Friday, December 03, 2010

Paseo otoñal por el embalse de Benagéber en buena compañía (Episodio II)

Llegó el gran día “Ultimo concurso de VBC”. Mi compañero y amigo “El meu cosi” antes de la salido me dijo -“cosi, tinc bones sensasions”. Yo también tenía buenas sensaciones, tenía un plan trazado y una ruta a seguir.

Aunque no habíamos pescado juntos desde el último concurso en Cortes, allá por principios de septiembre, las palabras de mi compañero me tranquilizaron.

Yo tenía pensado ir dirección Tartalona, donde la semana anterior, Jorge y yo habíamos tenido un gran día, pero al dar la salida, vi como más de la mitad de las barcas salían en esa dirección.

Sin dudar un momento cambie de parecer y me dirigí a la recula de la derecha donde 2 semanas atrás había estado con mi cuñado Sergio y sabia donde localizar algún pez.
La suerte estaba echada, con lo que decidimos empezar, yo pescando en superficie y Crespo “per baix”.

Primer lance sobre una punta y tras unos toques, patapam, un gran bass prendido de mi paseante, a punto de meterse en el salabre, da un salto y se suelta, una pena.
Unos lances después se repitió la misma historia.

Decidí cambiar de técnica y con un ika en un árbol, de repente veo que la línea se tensa, pego cachete y tras la lucha se vuelve a ir el pez. No lo podíamos creer, en menos de una hora pasamos de tener tres buenos peces en el vivero a no tener ninguno, encima mi moral estaba por los suelos.

Sin embargo, el meu cosi casi sin inmutarse, sabia que ese era su día y en dos lances prácticamente consecutivos con su cañita de drop shot, dos peces de mas de kilo en el vivero.
La suerte no estaba de nuestra parte, uno de los peces estaba en mal estado ya que lo habíamos pescado a bastante profundidad, memos mal que al cabo de unos minutos y después de varios masajes, el pez se recuperó.

Crespo siguió con la misma técnica y no tardo en subir a la barca el tercer pez, mientras tanto mi suerte no cambiaba y volví a perder un par de peces mas, algo estaba haciendo mal, pero no sabia como remediarlo.

Fue en un árbol, cuando tuvimos un gran susto ya que tras una picada espectacular y un lucha brutal, apareció un lucio de unos tres quilos en el anzuelo de drop shot de Crespo, seguido de un gran bass, que estaba al acecho por si se le escapaba el pequeño shad shape al lucio.

Viendo que la única técnica que estaba dándonos resultado era el drop shot, decidí intentarlo, con la gran suerte de coger y subir a la barca mi primer pez.

Nos quedaba un solo pez para cupo y mi moral se iba recuperando. No tardo en subir, de nuevo Crespo, el quinto pez a la barca, había salvado el concurso y me alegre muchísimo por el.
Mas tarde conseguí mi segundo pez del dia, pudiendo cambiar un pez.

Había llegado la hora del pesaje y confiábamos que con ese cupo de 5.090 kg en afianzar nuestro 5º puesto en la general.
Y así fue, por poco, ya que los “molt honorables” iban pisándonos los talones, pero así fue.
Nos habíamos clasificado para el autonómico, cosa impensable a principio de temporada.



Citar ese gran cupo que realizaron Fabra y Fran: 10.980kg, “que barbaridad”. Son unos mounstros y no solo pescando.

Tras el concurso y algunas conversaciones con el señor Pardo, junto con JJ, los terceros en la general, es decir, un autentico angler, se hizo fructífera, para mi satisfacción, una salida con el.

Quedamos en Massamagrell a las 6.00h y decidimos volver a Benageber. Tras un viaje corto por lo distendido de la conversación, llegamos a Rochina, amaneciendo.

Nos pusimos a pescar la recula de la derecha.
Pardo en uno de sus primeros lanzamientos con un ika a los árboles, consigue subir a la barca después de varios minutos una hermosa carpa.



Después de no obtener ninguna captura de los diablillos verdes, fuimos dirección a la isla.
Igual que en el día del concurso y prácticamente en los mismos lugares, volví a perder dos buenos basses.
Mas tarde me ocurrió lo mismo pescando a texas, por lo que algo se iba rumiando en la cabeza de Pardo.

Se hizo la hora de comer y no habíamos subido ningún pez a la barca, aunque yo seguía fallando picadas. Tras varios fallos mas, Pardo no pudo mas y me pego un severo correctivo: “no puedes fallar tantos peces, con los peces que meneas y después los falla, tienes que ganar en efectividad”.

Era cierto, en mis anteriores salidas había perdido muchos peces, estaba claro que algo estaba haciendo mal. Desde es correctivo y después de sabios consejos, no volví a fallar ningún pez.
De repente, nuestra suerte cambio y en menos de dos horas subimos más de 15 peces a la barca.











En unos de los muchos lances que hice, tiro mi cangrejito y noto una picada, clavo y otra vez vuelvo a fallar, pero no, era un lucio que venia siguiendo mi señuelo y mordisqueándolo. En eso que Pardo dice:” si hay un bass donde hay un lucio, este suele ser muy bueno”, no pasaron ni 15 segundos cuando de repente vuelvo a notar una picada, como decía Pardo, puse mi culito en pompa y cachete. Después de una lucha tremenda apareció un bass espectacular de 2.600kg.




Aprovechando ese momento de actividad, la luz se fue difuminando y se hizo la hora de marcharse. Las baterías estaban un poco tocadas por lo que decidimos poner las que llevábamos de recambio. Al hacer el cambio me di cuenta que las de repuesto iban con pinzas las cuales estaban en Massamagrell. Tuvimos que navegar con el motor eléctrico de proa durante mas de una hora, llegando a la rampa sobre las 8.00 de la tarde y recordé la ya típica frase de “…. y nos abrazó la luna….”.

Fue una de las salidas mas enriquecedoras que he tenido desde que soy pescador de bass, Pardo es un autentico mounstro. Gracias por todo, ya estoy deseando que llegue la próxima salida con él.

Mi penúltima salida, fue otra vez con mi cuñado Sergio. Fue un día que hizo mucho aire y mi cuñado que no esta acostumbrado aun a pescar, no disfruto mucho. Fue en la primera hora cuando pudo disfrutar, teniendo 4 picadas y fallando las 4, una pena porque los cuatro se soltaron a punto de subir a la barca. Para mi fue un buen día, disfrute como un autentico enano, ya que pesque con diferentes técnicas. El más espectacular, cuando llego a una playa y se me ocurre montar el swimbait que había adquirido recientemente a un compañero del club “Javivi”.
Lanzo y doy unos toquecillos y el swimbait desapareció, una bass de 2.200kg, pero lo bueno es que vuelvo a lanzar unos metros mas adelante y vuelve a salir un tarugo, pero esta vez no subió a la barca, en la lucha se soltó. Dos lances y dos peces. Estuve probando durante más de 25 minutos más y ya no volví a tener ni una sola picada. Ese misterio de la pesca.



Seguimos por esa misma orilla pescando, obteniendo varias capturas, algunas de ellas bastante importantes.




















Especialmente recuerdo una picada en una cobertura, cuando lanzo mi ika y noto que algo estaba pasando al otro lado de la línea, sin pensarmelo dos veces, clavo pero no pasa nada. Un poco extrañado vuelvo a lanzar y esta vez si que había algo en el otro extremo de la caña. Vuelvo a clavar y sí, era un precioso bass de 2.500kg, que maravilla de pez.



El día había sido especialmente fructífero, una pena por mi cuñado que no subió ningún pez a la barca, pero estoy seguro que no tardara mucho en cogerle el punto.


Nota del editor: Y hasta aquí llega el episodio II de la gran crónica de Cisco que ya estoy un poco hartito de ver tanto tocho de Benagéber. Si no fuera, como diría mi abuela, por lo rebonico que es Cisco, ahí iba a estar yo pasando texto y fotos. Menos mal que ya sólo queda el episodio final. Un abrazo.

3 comments:

pardo said...

Quiero pedir perdon, pues en la anterior cronica dije: yo en nombre de todos los pescadores con mujer e hijos....,no me acorde del xiquet de massamagrell, todo un privilegiado.
Decir, que el placer fue mio y que tube que emplarme ha fondo para que no me pintara mucho la cara....
Solo te voy a dar un consejo Cisco, la proxima vez que vayas de pesca con alguien que no te conozca, hazle saber de tu pose a la hora de clavar....no es por na.
ale ale.... a por la 3ª parte

Jorge said...

Hola Pardo,

ya veo que tuvisteis una ajetreada jornada de pesca y un final sublime navegando a la luz de la luna.

A Cisco no puedes dejarle ventaja en una jornada así en Benagéber que en un momento te enchufa un parcial de 4 ó 5 a cero,y luego no lo puedes recuperar.

En cuanto a la pose, muy buena, aunque a mi me gusta más cuando clava. Levanta la caña por encima de la cabeza y se pone de puntillas como una bailarina de ballet.

Ché, todo un artista, desborda "arte" por los cuatro costados.

Un abrazo.

Jaime Francisco said...

El bass de 2,600 es espectacular...

Bravo!!