Thursday, August 11, 2011

Pescando en los dominios del KVD de Massamagrell

Últimamente no estoy muy prolífico en esto de escribir crónicas, ya que me tienen muy liado con otras cosas, pero bueno aprovechando las vacaciones y a petición popular retomaré esto de escribir crónicas.

Hacía mucho tiempo que no iba a pescar con Cisco, más conocido por su nombre de guerra, el KVD de Massamagrell. Haciendo memoria dijimos que fue en Cortes en marzo, pero ahora recuerdo que fue en Loriguilla con pantaná incluida.

Así que Cisco me hizo madrugar más de los habitual y las 5 estaba ya en la gasolinera de Casinos donde me esperaba impacientemente. Cargamos los trastos y nos fuimos al Vado de Moya. Era un lunes y allí no había ni Dios.

Obviamente cuando llegamos todavía era de noche, pero con los preparativos fue amaneciendo. Cruzamos a la orilla de enfrente y mientras Cisco montaba sus cañas yo probaba mi última adquisión, una G.Loomis IMX 6' Medium-Heady de Spinning. Una maquina.

No tuvimos excesivas picadas a primera hora, aunque sí que sacamos alguno pequeño sobre las puntas a crankbait y drop-shot y vimos alguno bueno. Bajando entramos en una récula que tiene un cortado al final, y en la punta de entrada sacamos algunos y se nos escapó uno bueno con ika. Saliendo de la récula, lanzo a una cobertura el fat ika en color smoke with silver flakes y patapam, el mejor pez hasta el momento.



Seguimos por esa orilla, Cisco sacaba peces de talla a drop-shot creo recordar, pero en una de esas cojo mi nueva caña de spinning con un Yamamoto Senko Core Shot Green Pump Blk/ Chart Tip, como diría aquel ¡pa flipar! y que no me había dado un sólo pez hasta la fecha. Así que dándole esos minutos que Jaime pide para todo señuelo y alentado por los buenos resultados del maestro supremo del senko, más conocido por su nombre de guerra, The Guardian, lo monté con un anzuelo plomado que le da esa caída tan sugerente. Así iba lanzado paralelo a la orilla, cuando en una de esas sale como una exalación un bass de la orilla y coge el señuelo, clavándolo yo de manera instintiva. La lucha con una línea de 8 libras fue espectacular, disfrutando el pez. Finalmente, ese bass subió a la barca con un peso de algo más de 2 kilos.



Cisco siguió sacando peces de talla, principalmente a drop-shot sobre la puntas. Es un maestro con su mojo-bass.



Además dió rienda suelta a su fiebre del swimbait moviendo peces de infarto por aquí y por allá con su otra mojo-bass. Uno de los swimbaits que puso parecía una llisa para pescar palometones. Este Cisco.

En una de esas con un cangrejo texas mientras lo recogía a medias aguas tengo un picada brutal. Ya pensaba yo que sería un 3.000, que digo un 3.000, un 4.000. Peleaba en las profundidades como una fiera. Al final se rindió y subió a la superficie asomando su morrito en tonos dorados ante mi cara de sorpresa.



Tras sacar Cisco algunos más sobre una punta enfrente de la Tartalona, comimos en la orilla a la sombra. Allí repasabamos los lances de la jornada y las últimas compras. Seguimos pescando aguas abajo y sacariamos alguno más en los cortados, Cisco a drop-shot y yo con mi nuevo montaje de senko de 5'.



Fuimos volviendo por la orilla de Tartalona y nos encontramos con uno que pescaba en un pato y que había sacado todos los peces con señuelos duros, todo lo contrario que nosotros. Cisco le dió minutos al swimbait hasta que casi lo perdió. No sacamos ningún pez de talla hasta que llegamos a un montón de piedras desmoronadas donde Cisco sacó uno de talla y a mí se me escapó otro con un ika chartreuse.

En eso que llegamos a la punta de entrada a una récula coronada por un refugio. Cisco cogió su legendaria Sant Croix, esa que ya ha sacado dos 3.000, muy pocos pueden decir eso, y lanzo su jig de Jewel de 3/8 en color Texas Craw sobre la punta. Yo lo miré, y como diría aquel cuando pescaba con Joan Arnal, se me encogió el brazo. Cisco sintió un toc y clavó como un resorte. El espectáculo se hallaba frente a mis ojos. Un torpedo se movía alrededor de barco sacando hilo del carrete de Cisco y doblando la Sant Croix como un chicle. Impresionante. Al final, me arrodillé ante la evidencia y actué como sacadera man para zafar la mandíbula de ese pez rollizo que pesó 2.550kg y midió 51 centímetros.



Cisco estaba en racha y sacaría 5 ó 6 peces por encima de kilo pescando con lipless sobre las puntas recogiendo a la velocidad del rayo. Yo sólo pude mirar y aprender del KVD de Massamagrell.



Habiamos llegado alrededor de las 6 de la mañana y eran las 21:30 cuando llegabamos a la rampa. Una jornada intensiva de pesca con Cisco de la que necesité todo el día siguiente para recuperarme, pero como siempre un placer pescar en su compañía.

Wednesday, July 06, 2011

Mis polluelos y yo, esta vez en Contreras

Tras comerme una porra en el concurso del VBC que reafirmaba aquella ya mítica frase de "The Guardian":

¡Qué injusta es la pesca!

engañé vilmente a mis polluelos para hacerles ir a Contreras por motivos estrictamente personales. Así que con el gusanillo de resarcirme de la porra, llegamos a la rampa de Villargordo a las 10:30. Para variar había el típico coche aparcado en la rampa a 3 metros de la orilla. NO COMMENT.



Así que tras botar la barca a 54x2 subimos dirección a la Pesquera, encontrando un barco por estribor al pasar la récula del camping. Fuimos directos a la récula del "sherpa touero". A los pocos lances, en la punta de entrada a la récula tuve clavado un pez de aproximadamente 1.5kg con un jig de Jewel de 7/16oz color brown que se me escapó mientras lo peleaba. Una lástima, pero la cosa empezaba bien dado que ya eran más de las 11 de la mañana.

Conforme entrabamos en la récula se veía un patrón claro. Los peces que se podían ver estaban en zonas a la sombra con transición rápida a zonas más profundas. En una zona de esas fallé un pez kilero que entró a un sexy impact de Keitech en color chartreusse shad mientras se movía por encima de una losa de piedra. Es bien sabido que la interacción de los señuelos con la cobertura o el fondo provoca en muchas ocasiones la picada del bass.

Seguimos avanzando hacia dentro de la récula. No lo recuerdo, pero seguramente sacariamos algún "sardinote" (del manchego-by-the-guardian al inglés sería keeper).

La cuestión es que hacía un calor infernal y no se podía estar allí encima de la barca. Así que Andrés ni corto ni perezoso se tiró al agua e hizo una de las suyas embocando el crankbait de mi hermana.




Buscamos las sombras del fondo de la récula para comer. Allí nos encontramos con muchos nidos de percasoles donde se podían ver las huevas. Era curioso ver como los percasoles defendian ferozmente su nido de un palmo de diámetro.

Estabamos allí cuando apareció una pareja de basses buscando un lugar para frezar. Seguramente la hembra (por su tamaño) sobrepasaba los 2kg se quedó al lado de la barca. Probé con todo, pero no pude hacerle picar.



Comimos el pisto que nos había preparado mi madre y siguiendo la filosofía de "The Guardian" aconsejé a mis polluelos que echaran una siesta reconfortante para afrontar con energías renovadas la tanda de pesca vespertina.

No lo he comentado, pero ya sabéis que mi "cuñao" es monoseñuelo, crankbait de profundidad y cuando más grande el babero, mejor. Eso es innovación y lo demás, tonterías.

Cuando mis polluelos despertaron, fuimos saliendo del fondo de la récula por la parte derecha. Creo recordar que mi hermana sacó algunos basses pequeños pescando a drop-shot y con ika. Yo insistía con jig, y probaba con crankbait y spinner. Al final, en una pequeña récula y cuando menos me lo esperaba, lanzó el jig dentro de una cobertura y noto una picada. Pensaba que era pequeño, porque era lo esperado, pero no. Tras clavar, el pez se arranca con fuerza hacia el centro de la récula a gran velocidad. Era bueno. Tras unas carreras por debajo de la barca, la custom rod by Revert & Son no da tregua, y Andrés alias "sacadera man" hace el resto para subir el pez al barco. Un precioso pez de 1.93kg era la recompensa a las horas pasadas en Contreras.




Después de sacar este pez fuimos volviendo por la parte de sombra ya encarando el viaducto. Para nuestra sorpresa todavía se oyen motores no eléctricos en Contreras, y es más, se ponen a pescar al lado de los que van a eléctrico: "Pá flipar". Estando allí sacó mi hermana un luciete con una spinner.

Volvimos por la orilla de la derecha para que mi "cuñao" se entretuviera pescando los cortados que tanto le gustan. Allí fue donde otro pez de talla de 1kg aproximadamente entró de nuevo al jig de Jewel en color brown.



De ahí fuimos directos a la rampa para dar por finalizada la jornada de pesca. En conclusión, el pobre de Andrés, el pescador monoseñuelo, se comió una porra como se veía venir y mi hermana sacaría unos cuantos bassetes y un luciete.

La MegaPorra

Por fin ya había llegado el día x. A las 7 de la mañana ya tenía a Pardo regándome las plantas de la parcela de al lado de mi chalet. Como no podía ser de otra manera salieron mis perros a recibir al fisherman del Emperador.

Cargamos trastos en su Jeep y nos dirigimos hacia Casas de Ves, pero antes paramos en el horno de mi suegro para que pudiera probar más tarde las mejores pelas de la contorná.

A las 9 de la mañana llegamos a su pueblo donde nos esperaba la bass-boat y los padres de mi compañero. Al entrar por un momento pensé que estaba en los boxes del equipo Ferrari donde Pardo, starring as Fernando Alonso, preguntaba:

"¿Baterías?"

y el señor Damaso (padre y jefe de mecánicos) respondía:

"¡Cargadas!"

A esta comprobación siguieron otra tantas ruedas, hinchadas; rodamientos, engrasados; bujías, sustituidas; deposito de aceite, lleno…

Mientras tanto, los padres de Pardo y yo nos comíamos las pelas, Pardo seleccionaba las cañas y el material que iba a llevarse. Difícil elección, ya que es el almacen oficial del distribuidor en España de Bass ProShop y Tackle. Seguidamente enganchamos la Tracker, y con la fiambrera de comida que tuvo la delicadeza de prepararnos su madre nos dirigimos hacia nuestro destino LA COPA MEGABASS.

Al pasar por Casas Ibañez, más concretamente delante de la antigua Melody, nos dimos cuenta de que no nos podiamos ir a la batalla sin la bendición y los sabios consejos del gran Emilio, más conocido como “The Guardian”. Nos pasamos por su taller, lo que incluyó foto, bendición y un ofrecimiento para llevarnos sus señuelos fetiches (gran detalle de compañerismo que le honra). En esos momentos no nos dimos cuenta que él tenía parte de la clave.



Después de 5 horas de carretera llegamos a embalse de Cijara. Dejamos los bártulos en la casa que había buscado mi compañero y nos fuimos a desinfectar la embarcación. De ahí marchamos a Helechosa, más concretamente a la terraza del bar “La barca” donde se comentarían las bases de la competición. Desde esta terraza se tienen unas vistas impresionantes del embalse ya que el embalse se encuentraba al máximo nivel. Allí habiamos quedamos con dos promesas del Bass Utiel: Víctor y Josema. Mi compañero me comentaría que estaba hipermotivado y eran muchas las personas allí presentes que eran muy conocidas en el mundillo de la competicion.

Como la presentación se retrasaba más de la cuenta decidimos irnos a cenar con dos compañeros del Valencia Bass Club: Paco Llorens y JJ, los cuales acabarían alojados en nuestra casa.

PRIMERA MANGA

Por fin suena el despertador a las 6 de la mañana, hemos dormido pocas horas pero tenemos unas ganas locas por que empiece todo. Al llegar a la orilla del embalse empezamos a darnos cuenta del nivel que allí se respira, sobre todo en el tema de barcos: Nitros, Rangers, Stratos…Mercury, Yamaha, Evinrude…pero todos tenían algo en común de 90 a 300 CV. Recogimos la plica y la rata-bolsa del picnic. Llevábamos el numero 38 y saliamos de los primeros

Bocinazo, choque de manos y ¿para dónde tiramos?, pues para la zona derecha de la presa mismo. Pero a los 500 metros, Pardo estaba impaciente y paramos en una zona con árboles. Por desgracia allí no se cumplían las reglas de Cortes: PARDO+IKA=BASS RÉCORD. Arrancamos, miramos por el retrovisor y salimos a tope con la Tournament, pero por mucho que tiraba el 90CV veías como nos pasaban los Formula 1 de Cijara. Eso sí, la estabilidad de esta embarcación es inmejorable y con un 150CV que admite no tendría que envidiar a ninguna barca de las allí presentes.

Paramos en unas puntas de piedra con mucha profundidad, les lanzamos paseantes, crankbaits, spiners, cangrejos, lombrices, ikas… y entonces Pardo con unas bolas bien inflamadas dijo:

“Paquito, la llevamos clara, te lo digo yo que de esto entiendo un poco.”

Y yo pensé pobrecillo, las anginas estas le están dando fiebre. Tiramos a arrancar y va ser que no, las baterías estaban agotadas, menos mal que con las pinzas y las del eléctrico íbamos tirando, pero con la desgracia de no poder encender la sonda. En esos momentos eche de menos a la avispa.

Pasamos las horas probando orillas enfocadas al sur, este, oeste y norte, réculas, puntas, islas, piedras, árboles, algas, a texas, drop, power-fishing…Después de COMER (si habéis leído bien) pescando a shaky con una curly-tail pumpkin logramos sacar más de 20 peces con una talla entre 28 y 31 centímetros ¿Dónde estabas los peces de más de 32 cm?, entonces me dí cuenta que se estaba cumpliendo la maldicion del enano:

“A la MegaBass irás y una porra te comerás.”

Había llegado la hora del pesaje. Nos tumbamos en la bañera de la Tracker y dejé que Jose llorara sobre mi hombro. Intentaba consolarlo, pero no había manera. Hasta que apareció por allí un guía de color, que con un comentario que nos hizo, consiguió despertar su ansia depredadora y un gran calentamiento de cabeza:

”He dado con el patrón hace 2 horas, he sacado 4 basses y se me ha escapado uno de más de 2 kilos, están en un lugar que no les toca para esta época del año, entran como barracudas.”

El fisherman especialista en sudokus y crucigramas dijo:

“Ya esta claro, paseantes en playas.”

y yo pensé, no es la fiebre sino el sol que le ha pegado bien.

La primera manga la ganaron unos portugueses con más de ocho kilos y entre los cinco primeros Vicente y Rafa, veteranos pescadores del Alberique que por desgracia no hemos tenido el placer de conocer. Paco y JJ con su bonita Z6 lograron sacar 2 basses. Victor y Josema capturaron 4 peces, de los cuales sólo pudieron pesar 3 y uno les penalizó dejándolos sobre el puesto 70. Estos peces parece mentira, pero a veces menguan. Nosotros seguíamos hundidos en la miseria y encima teniendo que aguantar a un maldito niño comentándole a todo el mundo la porra que habíamos hecho y creyéndose dj pinchándonos temas sin parar.

SEGUNDA MANGA

Con la moral por los suelos por nuestra parte, los dos equipos del Valencia Bass Club ibamos a afrontar la jornada del domingo. Desayunamos, recogimos la casa y nos dirigimos hacia la orilla del embalse. Cuando daban el bocinazo de salida a nuestros amigos del Bass Utiel no les arrancaba el Mariner, intentamos ayudarles a solucionar el problema, pero al final tuvieron que recurrir al mecánico de la organización.



La jornada dió poco de si en cuanto a capturas, solo un pez de medida de 34cm que sacamos a drop-shot con un shap shade.



Al final de la manga dimos con unos cuantos peces de buen tamaño que no fuimos capaces de capturar, lo curioso es que estaban a apenas 100 metros del embarcadero. Una hora antes del final de la prueba recibimos una llamada de nuestros compañeros comentándonos el bolo que se habían comido. Decidimos sacar las embarcaciones para no tener que hacer cola.

De vuelta a casa recibimos una llamada de la ley de Cortes interesándose por el puesto en el que habíamos quedado. Al que le respondí con una sexta posición gracias a su señuelo fetiche (senko amarillo) que lo gastamos con un aditivo especial extraído del interior de Pardo. El bueno de Emilio se alegró al ver la buena posición obtenida y conseguí que Pardo llorara, pero de risa. Bromas aparte ha sido una experiencia muy buena pero con malos resultados en cuanto a capturas de bass, ya que lucios mi compañero sacó unos cuantos. En todo caso, una cosa es segura: “Volveremos a Cijara”.

Tuesday, May 10, 2011

REGAJO's CUP 3rd EDITION



Capítulo 1: Sábado por la mañana

Un año más por estas fechas teníamos una cita con el pequeño embalse del Regajo para uno de los eventos que marca nuestro calendario de pesca: la Regajo’s cup que ya va por su tercera edición. Este año la participación sería rara porque habría participantes que dejarían el evento y otros que se incorporarían sobre la marcha.



Con unas predicciones meteorológicas nada halagüeñas para el sábado llegábamos al punto de encuentro a las 8:00. Juanito llegó más tarde porque unas pocas horas antes estaba aun de vuelta de Huesca. Es de admirar la afición que tiene ese hombre.

Una vez en el agua embarcamos Jorge y yo por un lado y los Franco’s Brothers por otro. El actual President del VBC quedó en la orilla a la espera de Juanito y nos decía adiós con un pañuelo blanco y los ojos llorosos mientras nos íbamos hacia adentro.






Jorge y yo fuimos por la orilla de la derecha pescando entre árboles con lombrices, Ikas, crankbaits, paseantes, etc sin éxito mientras los Franco hacían lo propio pescando rápido. Pronto los puenteamos dejándoles orilla, aunque no mucha, para que pescaran tranquilos. Después de un buen rato, en una zona con grandes piedras y vegetación dejé caer la lombriz y al tensar la línea noté algo de peso al otro lado, como cuando se engancha un poco en la vegetación subacuática tan abundante en este pantano. Tenso otra vez pero aquello era raro, ante la duda… Tirón. Efectivamente, había un bonito bass de algo más de kilo y medio al otro lado que después de una buena pelea lo subimos a la barca. Fotos y al agua. Ya no hacíamos porra.




Mientras tanto, los Franco siguieron pescando hasta las 11 que Pablo se tuvo que ausentar por motivos lúdico-festivos, tiene más eventos que un político en campaña electoral. De ese modo Miguel pudo pescar sólo ametrallando cada rincón de la orilla sin preocuparse del coangler. De ese modo, consiguió sacar en un momento 2 buenos peces de 2 y 1’8 kg.





Jorge y yo seguíamos hacia el río intentando sin éxito sacar algún pez, pero con charla animada sobre temas y personajes recurrente en estas ocasiones. El doctor empezaba a ponerse nervioso porque ni las técnicas más finesse de las finesses tenían éxito. Veíamos algunos peces pero pasaban olímpicamente de todo lo que les lanzábamos. Ya a la bajada hacia los coches donde habíamos quedado para comer, en otro afortunado lance, el mismo tipo de picada, garrotazo y otro pez de poco más de kilo trescientos.






Este año lo que nos llamaba la atención es que no se veían raspillas de esas que te destrozan el señuelo. Apenas pinchamos un par en toda la mañana y luego vimos que al resto les pasó lo mismo.

De Juanito y Miguel no tuvimos noticias hasta la hora de comer, nos vimos las 3 barcas al lado del puente del tren, nos dijeron que habían sacado 2 peces buenos de kilo y algo y fuimos volviendo hacia los coches. Desafortunadamente y muy a su pesar, Jorge tuvo que irse también porque tenía una boda que, según nos dijo, le había costado una Gary Loomis (creo que es una nueva divisa que sustituirá al euro cuando salgamos de la crisis).





Foto de despedida del Dr, aunque se ríe estaba to jodío por esa tercera caña de finesse que se podría haber comprado con el dinero de la boda.





Capítulo 2: Sábado por la tarde

Después de comer llegó Crespo, también conocido como “El cosí del KVD de Massamagrell” y se embarcó con Miguel F. dispuesto a sacar un 3000. Poco dura la alegría en la casa del pobre ya que apenas 10 minutos después de dejar tierra firme empezó a tronar y se avecinaba una buena tormenta. Yo que iba sólo empecé a volver a ritmo de eléctrico y tuve el tiempo justo de ponerme la ropa de lluvia antes de que empezara a caer una tromba de agua sólo comparable a la que nos pilló el año pasado en Loriguilla. Esta vez además venía acompañada de piedra. Vimos que el camino por el que tendríamos que subir se había convertido en un río y de la rampa para sacar las barcas ni hablamos.

Cuando llegué a la orilla, Juanito y Miguel estaban refugiados en los paelleros y Juanito andaba por allí recogiendo palos para hacer fuego. Allí aguantamos el chaparrón al calor y al humo de la hoguera de Juanito y después de un rato hablando de la cantidad de peces que íbamos a sacar en cuanto parara de llover, decidimos volver a embarcarnos.




En esta segunda etapa conseguí sacar una raspilla y un pez de la medida justa, nada en comparación con las predicciones de Juanito. Enseguida volvió a tronar y a llover y decidimos dar por finalizado el día de pesca para dedicarnos a otras actividades más reconfortantes: echar cervezas en el bar del pueblo. El bueno de Juanito consiguió auyentar el fantasma de la porra sacando un bonito bass.


Para sacar las barcas, Juanito insistió en sacarse la suya con su coche a pesar de que le avisamos de que le iba a patinar. Efectivamente, cuando el olor de embrague le indicó que no iba a salir buscamos un plan alternativo. Después de las instrucciones oportunas de Miguel “El Presi” García atamos una cuerda a la bola de mi coche y salió sin problema. Visto el éxito de Juanito, el otro Miguel ni lo intentó y le saqué su barca también. En esos momentos me acordaba del Ibiza todoterreno y me calló una lagrimita de emoción.

Con todo recogido nos fuimos, uno a cumplir con sus obligaciones maritales después de una dura semana de trabajo en el prepirineo y el resto a la base de operaciones y de allí, al bar. Es preciso comentar la generosidad de los bares de interior ya que cuando Crespo se pidió un vino no le pusieron un chatito raquítico como en los bares finos sino una copa hasta arriba pero hasta arriba. Tuvo que sorber un poco para que no se saliera al coger la copa.

De ahí volvimos a la base de operaciones donde se nos unió Pablo y un amigo para dar buena cuenta de la torrá que nos hicimos por gentileza de los Franco y de media botella de whisky de 50 años (la botella, no lo de dentro) que tenían. De allí a dormir y mañana más.




Nota: Para el año que viene los que hagan la compra que pillen Biodramina para el Cosí.

Capítulo 3: Domingo por la mañana



Después de unas pocas horas de sueño en compañía de hombres volvimos al agua para la última manga. Esta vez se nos unió la nueva community manager del VBC, Yolanda, qué embarco conmigo y con Miguel G. Tendríamos poco tiempo ya que empezamos a pescar sobre las 10:00 y a las 14:00 teníamos que comer para recoger bártulos y volver cada mochuelo a su olivo. A pesar del buen tiempo, los peces se mostraron más remolones que el día anterior. Yolanda con motivación extra debido a que hacía bastante tiempo que no salía a pescar nos sacó 2 peces en los morros.



Esta mañana salió alguno más chiquitillo. Nosotros no conseguimos sacar ninguno bueno mientras que Miguel y Crespo sacaron un par de peces buenos de alrededor de 2 kilos.




Con esto y el fiambre que sobró el día anterior dimos por acabada la tercera edición de la Regajo’s Cup con un balance mucho mejor que el año anterior ya que, aunque pocos en cantidad, los peces que salieron fueron bastante buenos. Lo que nos extrañó a todos es que no vimos apenas peces pequeños. Esperemos que sea porque estaban escondidos y no porque han sido eliminados por fauna alóctona de todo tipo…

Desde aquí agradezco un año más la hospitalidad de los Franco que nos agasajaron con sus mejores manjares y caldos.

Si no pasa nada, al año que viene más.



Record del mundo de Black Bass

Hace tiempo que Jaime no nos regala una crónica para ponernos al día sobre estos temas... y mientras Javi redacta la crónica de la III Regajo's Cup y sube los basses de record capturados este fin de semana, ya voy investigando como certificarlos.



Por cierto que habia leido sobre un Bass con 10.12 kg capturado en el lago Biwa (Japón), y de cierta polémica con los métodos utilizados para su captura...

ahora, despues de un año veo que aparece en la web de la IGFA:


IGFA World Record Largemouth Bass Announcement

Tuesday, May 03, 2011

PIM, PAM TOMA LACASITOS

Nota del editor: Aquí os dejo una crónica escrita integramente por Paco, más conocido por su postura de ninja-pescador en una salida a Cortes con su futuro compañero en la copa MegaBass, es decir, Pardo, más conocido por su nombre de guerra "fish or die". Menuda pareja, ¡qué miedo me dan!

Esta crónica comienza con una llamada telefónica de Pardo un lunes, comentandome que el próximo sábado iría a Cortés con un amigo de Madrid. A lo que yo le contesté que quedabamos en el Ral para comer. A mitad de semana se vinieron abajo sus labores de guía y yo para no variar estaría solo y sin novia, bueno quiero decir compañero (Javi a este ritmo no me coje manía ni tu novia ni tu padecedora madre!!). O sea que Pardo y yo repetiriamos TEAM.

A las cinco y media ya estaba el fisherman del emperador en la puerta de mi chalet. Enganchamos la avispa a su pedazo de Jeep del cual me quedaría locamente enamorado tras remolcarla, sin menospreciar el Qashqai de mi compañero (lo que pasa es que aún no he tenido el placer de subir en él... pero todo llegará, eso espero).

Camino a Cortés mientras hablabamos de los quehaceres de entre semana o sea: familia, trabajo, SpainBass y TackleWarehouse, yo me acordaba de la última salida con él y del resultado final: de 0-5 (yo jugaba en casa por la barca y por ir delante). Y con un sola idea en mi cabeza ¡esto no se podía repetir!

Llegamos al amanecer, eramos los primeros en el embarcadero, montamos las cañas y al agua. Bueno antes nos hicimos unos cortaditos bien calentitos del termo del tío Pardo.
Salimos y enseguida hicimos la primera parada debido al ansia del fisherman del emperador: Lanza él su poper, lanzo yo mi paseante y.... pim, pam, toma lacasitos. Mi primer pez de la mañana que clavo y rapidito para fuera. Un bonito pez de más de kilo y medio, foto y al agua. Bueno empezaba bien la cosa para mi, pero no sabia lo que se me venía encima acababa de despertar a la bestia.


Nos fuimos a una zona arbolada Ika + Pardo = Bass. Cambiamos ahora a una recula, Popper + Pardo = Bass. Así unas cuantas veces hasta que en la rampa vieja él divisó gracias a sus gafas polarizadas (y yo como siempre me deje mis gafas en casa) una buena hembra. Pardo + Pop + Pop = Tocho de 2 kilos, vaya tela sin comentarios.


A continuación recibo una llamada telefónica, era "The Guardian" que tenía hambre. Pues almorzar se ha dicho. Emilio cada día nos sorprende más, ahora en sus labores de guía nos presenta a Sergi un pescador de Amposta, tertulia futbolística: Mourinho sí, Mourinho no, Barça- Madrid y para calentar más a la bestia le recordamos el 3-6 del Mestalla. Echaba algo en falta "los cacaos y almendras de Jorge".

Pescamos la arboleda de las reculas del Prebeton, monto una kut-tail a shaky, picada y enseguida clavo un bass kilero.


Lanzo él paseante y engancho en una rama dentro del agua, empiezo a estirar y a mover la rama de lado a lado y de repente sale una hembra muy grande, me pega un viaje al señuelo pero no se clava, pero allí estaba Pardo le lanza el Popper + Pop + Pop = enredado en la misma rama que estaba yo (lo que pensé me lo guardo para mí).

Seguimos por la misma récula, mueve él un pez pero no lo clava, le lanzo yo un paseante hundido de Sebile + Zig-Zag = Bass que le quito en sus morros. Esa mala acción me costaría cara, ya que me la restregaría y gafaría para el resto del dia.

Un buen rato sin picadas y decidimos irnos para el río, pero antes pararemos en un lugar de piedras famoso por tener peces récord, pero allí estaba su protector custodiándola. Sentimos la mirada felina del "tigre de ambiciones", perdonad me he equivocado queria decir "el tigre de la mancha", Estaba de caza y era peligroso, sentimos su presión y nos fuimos para la isla pero ni picada.

Subimos río arriba y una buena hembra de patrulla tuvo la mala suerte de encontrarse con un popper cuya marca y modelo nunca se sabrá en esta crónica (por el bien de la integridad física del autor). Resultado pues el esperado: Pardo + Popper + Pop = Bass de más de 2 kilos.


Comimos (los dos) y seguimos pescando hasta las 8 de la tarde, Pardo en su linea y yo hundido en la miseria. Antes de irnos vimos pasar a toda leche a "The Guardian" con su amigo camino a Casas Ibañez a hacerse unos buenos caracoles.




Mi compañero se portó como un señor no recordándome en todo el viaje de vuelta el resultado final. Yo estaba reventado después de más de doce horas de "Power-fishing" pero me lo pase de P.M.

Espero que os guste mi primera crónica, me he atrevido ya que vi que gusto "la profanacion del santuario" en la que me dejaron colaborar un poquito. Me despido, un abrazo para todos.

PD: Hay que colaborar con Emilio en sus labores de guarda avisándole cuando veamos algo sospechoso.

Monday, May 02, 2011

El retorno al embalse de Bellús

Hacía más de 2 años que no iba al embalse de Bellús y cuando Cisco me propuso hacer una salida de pesca a dicho Embalse para recordar las brutales picadas de aquellos basses me pareció una idea muy acertada.

Así que tras optimizar la ruta al embalse para evitar las sinuosas curvas de la ruta que pasaba por Xátiva, ultimamos los preparativos y quedamos en el punto P hora H. La nueva ruta que bordea Xátiva fue mucho más llevadera y tranquila, así que fue una buena idea por parte de Cisco.

La llegada al embalse con 9ºC y una bruma densa daba al embalse un toque londinense. Botamos la embarcación siguiendo la carretera que entra en el embalse, no sin algunas dificultades y nos dirigimos a la zona de la presa.

Pensabamos que estabamos casi solos en el embalse, pero conforme nos dirigiamos a la presa y se levantaba la bruma, decenas de carperos de la terreta se agolpaban en las orillas. Aquello parecía una competición de carp-fishing como ahora modernamente se llama.


Para los que no conozcan el embalse de Bellús, sus aguas están turbias presuntamente por las industrias textiles que vierten sus aguas al embalse y no se ve nada, pero nada, bajo un palmo de la superficie del agua. Es decir, que si te dejas el agua en casa y bebes de aquellas aguas, estás de "cagueroles" un mes. Como esos peces venenosos de colores chillones, la espuma del agua de Bellús es de un tono verdoso radioactivo/florescente como avisando de sus propiedades "curativas". A pesar de los pesares, hay basses, no de gran tamaño, pero de una agresividad en su picada que destrozan los señuelos de vinilo.

Empezamos batiendo la zona de la presa en superficie, pero no se veía ni uno, ni un sólo ataque, nada. Miento, saqué lo que pensaba que era una lucioperca. Algo que se dejaba arrastrar sin oponer resistencia. Como diría Leyton: "Pá flipar".


Así que nos fuimos a nuestros puestets para ver si estaban por allí. Otra característica llamativa de Bellús son lo someras que son sus aguas. Son grandes bancales donde podemos estar a 30 metros de la orilla y tener un metro de profundidad. Sí, es un poco peculiar. Probamos, bueno Cisco probó un montón de señuelos y sólo entraban con cangrejo abajo, ya sea a texas o montado en un jig.

Yo tuve uno de kilo clavado pero se me escapó. No estaban picando bien. Por toda esa orilla sacariamos alguno pequeño que otro acompañados en todo momento por el diálogo de besugos de tres carperos de avanzada edad que podriamos bautizar como el Tricicle de Bellús. Su frase mítica fue:

Hui els peixos están en misa.

y el otro respondía:

Pues, jo em faig retor.

Así como repetir la frase qué tio! hasta la saciedad cada vez que un pájaro hacía un sonido similar. Si llegamos a estar allí toda la mañana nos tienen que atender en un centro psiquiátrico.

Al salir de esa récula, Cisco clavaría uno bueno al lanzar pegado a una pared. Para que luego las malas lenguas digan que Cisco sólo sabe pescar en Benagéber, en invierno, con jig, y yo añadiría con su Saint Croix.


De allí fuimos bordeando la orilla con uno o dos metros como mucho de agua. Se me escaparía uno bueno que pasaba del kilo con un cangrejo a texas, ese de pinzas rojas y cuerpo negro. Ese pez tenía el lomo de un color grisáceo, un poco extraño. Seguramente por la calidad del agua. Más adelante sacariamos alguno que otro pequeño.

Hasta que llegamos a una pared que tenía un poco más de profundidad. Lanzo a la orilla y la línea se me va en contra dirección a la que venía la barca. Por un momento me quedé descuadrado, pero reaccioné a tiempo para clavar como un resorte y sacar mi mejor pez de la jornada.


Seguiriamos por esa orilla donde vimos a un ribereño que no era de la terreta utilizando técnicas rústicas de pesca, sin caña ni nada, a mano, y a nosotros nos llenan la cabeza de pájaros con cañas y si medium, o medium-heady, o no sé que. Poco después, en una misma cobertura hariamos Cisco y yo un doblete.


Seguiriamos pescando y al entrar a la récula del río, en una cobertura alejada de la orilla clavé el que yo diría que fue el mejor pez de la jornada, pero se me escapó. Los peces sin duda no estaban picando bien y fallabamos muchos peces. Yo había estado bastante fallón y perdí mis tres mejores peces.

Comeriamos por allí y fuimos volviendo con un viento considerable, pero las baterías ya estaban tocadas. Además con nuestras ganas de sacar más peces cruzamos el embalse de nuevo lo que agudizó el estado de carga de nuestras baterías. Cisco sacaría un par de raspas por la tarde, yo ni los olí.

Así que haciendo caso a la razón y para volver a una hora sensata a nuestras casas, recogimos a las 19h. La maniobra de subir la barca al remolque también conllevo su riesgo pues hubo que meter considerablemente el coche y el agua se quedaría a escasamente dos dedos de entrar en el habitáculo. No sé como lo hacemos, pero últimamente cuando nos juntamos Cisco y yo para ir a pescar, puede pasar cualquier cosa.

Así que eso fue todo lo que deparó el retorno al embalse de Bellús donde Cisco contabilizó que sacariamos 9 peces de talla de acuerdo a los estándares de Ricobayo. Menos mal que no se nos ha ocurrido ir hoy, pues se han recogido más de 90 litros por metro cuadrado en Bellús. En esa situación no nos salva ni el 3000 del "molt honorable". Yo ya me imagino a un helicóptero del ejército de trasporte de carga con unas eslingas enganchando coche y remolque y sacándonos de allí por los aires, pero por los aires.

La semana que viene se celebrará, si no pasa nada, la prestigiosa Regajo's Cup donde se darán cita las mejores cañas de la contorná. Este año, por compromisos familiares, no podré acudir a tan memorable celebración, pero espero que los asistentes la disfruten y nos cuenten como les fue. Un abrazo para todos, aunque uno que yo me sé, prefiere un saludo, el muy tonto :-)