Monday, December 28, 2009

El gordo de Navidad

Unos días antes, el trío calavera, habíamos quedado para hacer una salida al lucio y esta vez también se había apuntado nuestro querido amigo Miguel Franco. Al final Crespo no podía porque se le habían superpuesto las comilonas y no tenía tiempo para más, y Jorge tuvo que declinar la invitación por una razón de fuerza mayor, una gastroenteritis vírica, que nada tiene que ver con las comilonas que acaecen por estas fechas. El mismísimo "Doctor" había rechazado una salida de pesca por una cita, cada 10 minutos con Roca.

Con menos efectivos pero con la misma ilusión, allá que nos fuimos Miguel y un servidor. Quedamos a las 6h en Massamagrell para salir hacia Tous y después de un viaje corto por una fluida conversación, llegamos aún de noche a la orilla. Recordé las palabras de Jorge que me dijo un par de días antes: “el embalse ha subido, por lo menos llegará hasta el coche”, no se veía y tuvimos que botar la barca desde la misma carretera.

Después de preparar todos los bártulos, decidimos subirnos dirección al río, pero a la altura de la recula de Alberic, Miguel propuso investigar la zona de Escalona y como la última vez que fuí a Tous me quedé ganas de pescar esa zona, no rechace la proposición.



A partir de ahí, nuestros pikies y mogambos empezaron a chapotear el agua una y otra vez. Cruzamos en dirección a Escalona, pescando la zona de la derecha, hasta los cortados y una vez allí, rastreamos a fondo toda la zona, pero sin rastro de los “Esox”.

Siguiendo por la misma orilla, de repente dije:

“Mira Miguel, mira Miguel…………..”,

pero Miguel no llevaba las polarizadas. Un gran bass en la mismísima orilla, nos quedamos atónitos pensando: ¡¡¡Un bass, el 26 de diciembre, el la orilla en un día de perros y con el agua a 11 grados!!!! Esto nos trastocó los planes y a partir de ese momento cambiamos nuestras cañas de lucio por las de bass. Un poco más para adelante, en unos árboles sumergidos, volvimos a ver basses. El agua estaba muy transparente y teníamos que pescar muy alejados de la orilla y empezó el carrusel de lances a las coberturas.



En uno de esos lances con mi jig, a un gran árbol caído, noto algo extraño al final de la línea, tenso, pero no noto nada, vuelvo a tensar y mi caña me dice que ahí pasa algo raro, no lo pienso, clavo y empieza la lucha:

-“Miguel, Miguel lo llevo, es un bass”, un gran bass aparece.
-“No parece tan grande, disfrútalo”

El bass no quería subir y doblaba la caña heavy como si fuera una de drop-shot, después de unos saltos y unas carreras, le pido a Miguel la sacadera. Una vez en la sacadera, ya empezamos a darnos cuenta de la realidad, no era un gran bass normal, eso era el “GORDO DE NAVIDAD”.



Después de las típicas frases como “que peazo pepino”, “que bola”, Miguel hizo una aproximación de peso que estaba sobre los 2.700 ó 2.800Kg. Saque la báscula, empezó a parpadear y el número mágico apareció en pantalla "3.260" empezaron los gritos, auténticos gritos, abrazos, palmadas, fue una experiencia única.

Realmente me había tocado el gordo de navidad, había pescado el pez soñado por todo pescador, había tenido la suerte de estar en el sitio adecuado, en el momento adecuado.

Nos costo bastante reaccionar al evento, no acabábamos de creer lo que había sucedido, pero nuestras visitas cada minuto al vivero, así lo corroboraban. Decidimos meterlo en el vivero para poder disfrutar de esa maravilla de pez. Después de un gran album de fotos con el pez, seguimos pescando, en el ambiente se palpaba un gran optimismo, incluso dijimos: “ ……vamos a por otro pepino…”



Seguimos viendo basses, bastante basses pero ya no tuvimos ninguna picada y decidimos bajar para la zona de la presa para pescar la “recula del ojete” y tentar a los lucios en las piedras de delante de la presa. Ya era tarde cuando llegamos a la presa, por lo que decidimos pescar rápido la orilla de la izquierda en dirección al
coche.





Recogimos y ya en el coche rememoramos ese gran momento resonado en nuestras cabezas la música “ de los niños de San Tous”, cantando el gordo ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡3260!!!!!!!!!!!, y el gordo de navidad, salió.

Quisiera dedicar esta mi primera crónica, en primer lugar y especialmente a Borja Palmero, la persona que me inició en el mundo del bass y echamos mucho de menos, en segundo lugar a mi mujer Trini y a mi hija Aitana que son las que mas sufren mis horas de pesca y a mis compañeros y maestros de UPV: Vicent, Jorge “The Doctor” y “el meu cosi” (Crespo).

Por último, a Miguel Franco, persona que vivió “in situ” la gran e inolvidable experiencia.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Feliz Navidad!!!!!!!!!!!

Cisco

P.D. ¿A quién le tocará el gordo del niño?




Nota del editor: Como os podréis imaginar (por la mujer e hija citadas), esta crónica que tengo el honor de publicar, no ha sido escrita por mí, sino por Cisco :-) Ya felicité a Cisco por lo que posiblemente sea el bass de su vida, aunque ójala no sea así, y aquí reitero mi más sincera felicitación: ¡Enhorabuena, Cisco! Nótese la foto al margen tomada por el funcionario de la IGFA donde se da fe del peso del pez.

Sunday, December 27, 2009

Benagéber 3 - Cortes 0

Está crónica es un poco especial porque resume una jornada de pesca en dos embalses diferentes el sábado 12 de diciembre. Mientras los miembros de la escuela Bass UPV se comían una buena porra en Cortes, dos pimpines, mi cuñado Andrés y su amigo Jared, hacían una pescata en Benagéber para quitarse el sombrero dada la época del año.

Por mi parte, lo único que ví en Cortes fue una lucioperca de 3 ó 4 kilos que siguió el jig cuando lo sacaba de las profundidades de una récula del Ral. Otra cosa a destacar fue que probé mi primer pequeño swimbait, un 110 chartreusse shad de lucky craft. Javi y yo nos quedabamos tontos mirándo como nadaba. ¡Qué pasada!

Vayamos directamente con la gente que pescó ese día. Andrés y Jared, que no escarmientan de malos caminos, tiraron su barquilla de plástico por Fuente Cabera, punto intermedio en el curso del embalse de Benagéber. Subieron por la orilla de la izquierda, hasta la primera curva a la izquierda donde hay un cortado. Andrés, gran amante de los "rapalas de pala grande que pronfundizan mucho", barría las paredes con su "rapalilla blanco" del Decathlon. Cuando en una de esas, tras haber ejercitado suficientemente sus bíceps, tiene la primera picada del día. La picada fue brutal y aquello que había a la otra parte tiraba hacia abajo como una bestia. Andrés, pensaba que llevaba el lucio de su vida, a la vez que estaba tranquilo que ese pez no le partiría el hilo azul de 12 kilos (25 libras), también del Decathlon. Finalmente, subió a la superficie una gran carpa típica de Benagéber. Yo creo que sería esa misma carpa que le pegó un susto a mi compañero Miguel o su hermano Pablo cuando pescaban con una spinner las profundidades en un cortado.



Siguieron subiendo hasta la altura de la rampa de Vado de Moya y empezaron a bajar. Andrés había cambiado a un "rapala" en color fire tiger de pala grande (como no) que le había regalado yo tras ganarlo el pasado año en el Open de Lucio. Se lo había regalado siguiendo las directrices finesse con los que una pareja del Valencia Bass me había llenado la cabeza. Estas directrices me prohibían terminantemente utilizar colores no naturales. La cuestión es que Andrés llevaba ese crankbait, y Jared llevaba una spinner anfibia, de las que todos tenemos cuando empezamos a pescar. Sí, de esas, que igual están en medio terrestre, que en medio acuático. Nótese el uso de los términos "medio terrestre" y "medio acuático" para no ofender sensibilidades de gente con estudios en esas ramas de la ciencia.



Volviendo al tema, Andrés con crankbait fire tiger y Jared con spinner alburno. En eso que enfrente de los cortados donde habían sacado la carpa, patapam, picada a Andŕes, me refiero al crankbait de Andrés, se entiende, ¿no? :-P Tras pelearlo un rato, consigue subir el bass que dió 1.9 kg en la báscula. Estaban alucinando dado lo fría que estaba el agua. En eso que siguen bajando por la orilla soleada hacia Fuente Cabera, cuando Jared, que ya había clavado todo aquello que observaba sus artes de pesca desde las orillas, me refiero a ramas, arbustos, piedras, etc., lanza a unas ramitas finas que asomaban sobre la superficie del agua con su spinner y patapam, su primer pez del día, un bass de kilo que pasaba por allí. Enhorabuena, Jared.



Cuando estaban ya llegando a la rampa de embarque para recoger bártulos e irse para casa, Andrés que tenía el brazo como si hubiera estado todo el día haciendo series de bíceps en el gimnasio, patapam, "un altre de kilo nou cents", sí, otro bass de 1.9 kg con el mismo crankbait fire tiger.



En ese momento la "Mare de Déu" de Benagéber que había acompañado a estos dos pipiolos durante todo el día y que había iluminado a Andrés, pero especialmente a Jared (véase foto abajo sin retoque):


se les persofinicó en un árbol seco, algo parecido como le pasó a Moisés en el monte Sinaí. En ese momento, ese árbol habló para revelarles los 10 mandamientos de todo buen pescador:

1. Amarás al Bass sobre todos los peces.

2. No tomarás el apellido de Yamamoto en vano.

3. Santificarás las fiestas porque podrás aprovechar para ir a pescar.

4. Honrarás a aquel amigo que te presentó el Bass.

5. No matarás al Bass.

6. No cometerás actos impuros, así podrás ir más días a pescar (menos cubatas y más pescar).

7. No robarás.

8. No dirás falso testimonio ni mentiras.

9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.

10. No codiciarás los bienes ajenos.

Fijaos como el avezado reportero gráfico, Andrés, captura la instantánea que refleja la animada conversación que mantiene Jared con la Mare de Déu (o al menos así él creyó que era) antes de hacerle entrega de las tablas de los mandamientos:



Bromas y no tan bromas aparte, cuando Andrés me contaba esta jornada de pesca alucinaba en colores. La única explicación desde mi ignorancia que le encuentro a esa actividad del bass en Benagéber en estas fechas del año fue que estabamos en el último día antes del frente frío que puso las temperaturas en Benagéber en varios grados bajo ceros, y posiblemente eso activara a los peces como si esa fuera su última oportunidad para alimentarse antes del crudo invierno.

No puedo finalizar esta crónica más que con mi más sincera felicitación y envidia sana para con este par de pimpines que hicieron esta pescata contra todo pronóstico. ¡Enhorabuena!

Saturday, December 26, 2009

Puente de la Constitución en Tous, ¿dónde ibamos a estar mejor?

Habiendo 4 días de puente había que aprovecharlos para ir a pescar, claro está. Nuestro escenario sería Tous.

La primera salida que fue el sábado, fuimos Cisco, mi cuñado Andrés y yo, con la barca de Cisco que es más grande que la mía e ibamos a estar más anchos. Subimos directamente hacia la zona de los cortados, creo que con alguna parada intermedia no fructífera.

Dada la época en la que estabamos, ibamos pescando al lucio con pikies y mogambos, y al bass con jigs de jewel, como no. Subiendo por los cañones no tuvimos ninguna picada, lo único a destacar fue la escalada extrema que tuvo que hacer Andrés para plantar un pino en lo alto de un risco.

Llegamos hasta la primera gran récula que hay a mano derecha en los cañones, pero decidimos dejarla para más tarde e ir a la siguiente grande que hay a la derecha. Grave error. Pescamos al lucio dicha segunda gran récula a la derecha sin picada y eso que tenía buena pinta. Cuando ya bajabamos de vuelta a la primera récula, nuestro amigo Alfredo con un motor eléctrico de los buenos, nos adelantó y se metió en la récula. Os podéis imaginar nuestras caras después de estar subiendo más de una hora con un motor eléctrico de los malos. Cisco estaba totalmente indignado. Entramos un poco en esa récula cuando vimos que para más inri, Alfredo sacaba un lucio de 2 ó 3 kilos al final de la récula.

Salimos de la récula y pescamos los cortados que venían a continuación en la parte del sol. Cisco con su pikie "nacional" (para no ofender sensibilidades) lo tira hacia los cortados cuando nota un picada. "Me han picado" dice Cisco, pero acto seguido se le suelta lo que había a la otra parte. Cisco recoge el pikie para volverlo a lanzar, cuando ve que un gran lucio de 6.3 kg sigue su pikie hasta casi la barca. En este momento me gustaría poner el vídeo de Cisco imitando como el lucio tomaba el pikie suavemente con el lateral de sus fauces. Os podéis imaginar la brutal lucha que se produce cuando un lucio de ese tamaño es clavado tan cerca de la barca y con tan poco hilo fuera. Cisco no le dió tregua y yo lo ensalabré rápidamente. Fue incréible.



Tras recuperarnos de las fuertes emociones, seguimos bajando por la misma orilla y al poco rato, pam, Cisco clavaba otro lucio con el mismo pikie, pero otro lucio que era hermano del anterior. No se iba ni 100 gramos. Lo ensalabro como puedo dado el pequeño tamaño de mi salabre de bass, y cuando lo estoy metiendo en la barca, da un coletazo y me viene justo para hacerlo caer dentro de la barca. Madre mía, otro lucio y además muy bueno. Nunca en mi vida había visto sacar 2 lucios de ese tamaño en el mismo día. Me quito el sombrero.



Seguimos pescando, pero dado que hacía más calor, yo cogí mi caña de bass que llevaba montado un jig de pewel negro/azul para lanzar al final de aquellas pequeñas réculas orientadas al sol donde hay una gran variación en profundidad en pocos metros. En la primera que nos encontramos con este patrón, nuestro amigo Cisco clava un bass de kilo y medio, creo recordar.




En la siguiente que nos encontramos, lanza Cisco se le engancha en unas ramitas de la orilla, y aprovecho para lanzar yo, mientras el jig caía por la pendiente notaba las picadas y clavo. Tan pronto como clavo, el bass que había a la otra parte sale como un obús hacia arriba y salta fuera del agua, era bueno. Tan pronto como cae sale disparado hacia la izquierda para chocar contra la orilla. Estaba como loco, nunca había visto un bass con tanta agresividad en sus arrancadas. Finalmente, el bass ya desfondado lo subo a la barca. Era muy bueno, pesó 2.1kg, aunque no parecía que pesara tanto.



Con este pez empezamos a bajar para irnos. Nos quedaba un buen trecho y no quería que se nos hiciera de noche. No recuerdo si tuvimos alguna picada más, creo que vimos un par de basses al entrar en la récula grande a mano izquierda cuando salimos de los cortados. Y eso fue lo que dió ese día de pesca en Tous. Al sacar la barca coincidimos con nuestro amigo Alfredo con el que también coincidimos el lunes.

El lunes volviamos los dos valientes, Cisco y yo, y esta vez nos acompañaba Crespo que tenía unas ganas locas de pescar. Nuestra idea era hacer lo mismo que el otro día, pero el viento en contra no nos permitía avanzar con mi motor de 54 libras en la barca de Cisco, una Duroboat de 14 pies. Tan pronto como llegamos a la zona enfrente de la arboleda nos tuvimos que meter en la primera récula grande a mano izquierda.

Cuando ibamos entrando en la récula hago una lance hacia la orilla con el pikie y pam, una picada. Me doy cuenta de que es un bass, alucino. Al final lo saco sin problemas dado que llevaba la caña de lucio y trenzado. Era un bass precioso de 1.9 kilos. Nos metemos en la récula y la sonda nos marcaba peces entre las ramas, así que echamos en ancla y pescamos las coberturas con jig. Al momento tengo una picada al jig y me cortan el hilo, bien, un lucio. Lanza Cisco a la orilla de enfrente con un pikie amarillo fluorescente y clava un bass de 1.5 kg, creo recordar. Crespo pescando la cobertura , pam, otra picada y le cortan el hilo. Después de estar allí un rato, salimos en busca de la siguiente récula.




En esa siguiente récula, Cisco clavó otro bass con un pikie. Yo estaba sorprendido, estaba picando los basses a pikies y los lucios a jigs. Por fin, entramos en los cañones, y mientras entrabamos, nuestro amigo Cisco, clava otro bass de 1.6 kg (lo digo de memoria). ¡Yeee, tú!

Subimos rápido por los cañones aprovechando que el viento había cesado. Mientras subiamos, Crespo llevaba el motor eléctrico. Cisco y yo haciamos power-fishing con pikies sentados en la barca, y claro, ocurrió lo que tenía que ocurrir. Me picó un lucio que no era muy grande y como iba sentado pues no pude clavar adecuadamente y se me escapó. Pasamos las dos réculas grandes que hay a mano derecha subiendo un poco más, pero no tuvimos picada.

Cuando ibamos bajando nos volvimos a encontrar con Alfredo, un luciero de pro donde los haya y tras charlar un rato, le comentamos nuestra intención de pescar la récula que el otro día nos había "quitado", pero con un "se siente" nos quedamos. Cisco se subía por los cortados :-)

Así que nada, cuando ellos se fueron, nosotros entramos en la récula y allí comimos de categoría, con una compañía inmejorable como son Cisco y Crespo. Crespo tuvo el detalle de traernos dos trozos de tarta del cumpleaños de su hija. No me lo pude acabar, era enorme. Saliendo de esa récula, hice la gracia de coger la caña de Crespo que tenía montado un jig marrón de jewel, lo meto en una cobertura, pam, picada y me cortan el hilo. ¡Ala!, a restituirle a Crespo el jig con el más parecido que tenía.

Con esto fuimos bajando tranquilamente aunque ya era tarde, el viento se había calmado, y las sirenas de Tous hicieron su aparición para encantarnos y hacer que se nos hiciera más tarde. Crespo, un hombre casado, inmune a sirenas, nos avisaba que se nos estaba haciendo muy tarde y que la luna nos abrazaría, pero nuestra ansia por pescar era mayor, como aquel día de la trobada.

Cuando salimos a la zona más ancha de Tous, allí estaba Alfredo, que muy gentilmente nos ofreció remolcarnos. Menos mal, porque cuando llegamos donde estaban los coches era casi de noche. Hay que agradecer a Alfredo este gesto, que a pesar de "quitarnos" los sitios de pesca, nos hizo este gran favor. Muchas gracias, Alfredo.

Esta crónica va dedicada a Álex Fabra por su insistencia en que fuera publicada, pero que no había tiempo de hacer hasta ahora. Cuando tenga un rato añadiré más fotos.

Sunday, November 22, 2009

Menuda trobada

No recuerdo cuanto tiempo hacía que iba a pescar en barca a un embalse de la Comunidad Valenciana y no iba con la mía. Esta vez tenía la suerte de ir a estrenar la barca de Cisco, una Duroboat de 14'. Además mi estreno coincidía con la "trobada" de los grandes clubes de pesca de blackbass de la Comunidad Valenciana: Alberic Bass Master y Valencia Bass.

Quedamos tempranito, a eso de las 6:00 en la gasolinera BP del by-pass y llegamos un poco antes de las 7 a Tous. Ya había 2 barcos botándose. Metimos todos los trastos en la barca de Cisco y la botamos sin ningún problema. Los rodillos hacían que la maniobra de botadura fuera "a piece of cake".

Ibamos subiendo mientras Cisco montaba las cañas. Antes de llegar a la zona de la arboleda, paramos en una pequeña récula a mano derecha con mucha cobertura. Era una excelente postura para probar la IMX 7'3" Heavy "locals only" de los Revert, que tan gentilmente me había prestado Nacho con un Shimano Castaic con una línea de 0.37mm. Siguiendo el sabio consejo del maestro del flipping, Nacho Revert, monté un big ika con un insert para llevarlo más rápidamente a la zona caliente. El color elegido fue un green pumpkin with black flakes recién llegado de los USA.

Empezamos a pescar y a "la segona llança, peix". Era bueno, estaría por encima del kilo. En eso que por allí pasaron Gustavo Loscos y José Bellver, comentando sobre la captura que tenía entre mis manos y la dificultad de sacar un pez de 52 centímetros, que era la talla mínima para la trobada.

Seguimos subiendo hasta la playa de los olivos, antesala de la zona del cañón. Ahí batiendo orilla con una spinner Revenge en color alburno, patapam, otro a la saca. Pasamos los cortados mientras la sonda, una humminbird piranha 160, no paraba de pitar marcándonos peces entre 10 y 15 metros, incluso más. Asumí que era luciacos colocados para quitarme la spinner. Así que la reservé para cuando pasamos esta zona de lucios.





Llegamos a la primera récula a la izquierda del cañón. ¡Ché tú!, ya estaba allí Emilio Argente en un plis plas, ¡qué rápido! Lo pasamos, mientras la sonda no paraba de pitar marcándonos peces entre 10 y 15 metros. En un principio pensaba que eran lucios, pero esto debían ser basses o carpas, pues aparecían en bancos sobre las puntas. Llegamos a la siguiente pequeña récula, y otra vez a su entrada, la sonda no paraba de marcar peces enter 10 y 15 metros. Así que me puse a pescar a drop-shot. Tras mucho insistir, tengo una picada, y subo un peso muerto. Pensaba que era una lucioperca, se dejaba subir como un peso muerto, sin embargo era un bass que parecía haber sido sacado de la hivernación y estaba inmóvil. Cuando llegó a la superficie, se soltó y volvió al fondo a seguir con su hivernación prematuramente interrumpida.

Cisco y yo seguimos batiendo orilla con crankbait y spinner, pescando más despacio con ika o jig las zonas de coberturas. En una de esas réculas, Cisco coloca su cangrejillo a texas al fondo de la récula, y recibe una brusca picada. Tras un tirón brusco que pone su línea de 10 libras al límite, un lucio sale de la cobertura y se dirige al medio de la récula mientras el freno del carrete sale sin control. Tras una lucha que dura uno o dos minutos, el lucio sale a la superficie y lo ensalabro de forma inverosímil como una pescadilla que se muerde la cola. Menudo luciaco, con 4.8 kilos es el récord personal de Cisco. Enhorabuena.

En esa subida saqué otro pez con ika, Cisco ya me miraba de reojo :-) Antes de llegar a la primera gran récula que hay a mano derecha a mitad de los cañones, cruzamos a esa parte derecha y seguimos batiendo orilla con crankbait y spinner. No tuvimos picada, pero era gracioso oir a la sonda pitar por la presencia de peces cuando pasabamos por encima de las puntas.





En eso que entramos en la récula, yo con ika y Cisco con su spinner. En uno de esos lances, Cisco lanza a la pared, pero a medio camino se agacha a cambiar de velocidad del eléctrico con tan mala suerte que sale un bass en ese momento, y al pararse un poco la spinner en ese descuido de Cisco, falla el ataque. Avanzamos 10 metros, otro que le sale a Cisco y vuelve a fallarle. Cisco ya estaba nerviosito. Lanzo el ika al fondo de la récula, y sin notar la picada, noto peso a la otra parte. Clavo al estilo de la caña de drop-shot, pero con una "caña para la garrofa" como diría Álex Fabra. El pez se pone a tirar como una bestia, pero la caña y la línea no daban tregua. Esta caña es una aunténtica máquina de sacar peces de cobertura, una gozada para los amantes del flipping. Era un pez bueno que medía 50 centímetros, estaría en 2 kilos, pero no llegaba a los 52 centímetros mínimos.

Vamos saliendo rápido de la récula, y hago una lance a una pared con unos arbustos debajo. Le voy dando línea mientras nos alejamos, en eso que noto un peso a la otra parte y ligero toque, clavo instintivamente y aquello ni se mueve. La barca seguía alejándose del pez y éste empieza a tirar con todas sus fuerzas hacia la cobertura de la que había salido. Cisco para la barca y aquel pez empieza a venir hacia la barca a una velocidad que casi no me daba tiempo a recoger línea. Cuando llega a la vertical, el pez tira hacia abajo como una bestia parda, pero la caña de flipping no le daba cuartel. En unos segundos el pez subía a la superficie y Cisco hábilmente lo ensalabraba. Aquel pez sí que podía medir 52 centímetros, de hecho lo medimos así por encima con un flexómetro y daba 54 centímetros.

Empezamos a bajar, pero ibamos parando en las réculas para buscar el 3000. En una de esas, ya Cisco convertido al "ikismo", le pica uno, lo falla. Le vuelve a tirar, le pica, lo clava, lo trae hasta la barca, pero cuando intento ensalabrarlo, le meto la cola y se suelta. Cisco estaba de los nervios, sólo llevaba un bass y un luciaco, y yo ya había sacado unos cuantos basses. Seguimos bajando rápido, porque el tiempo se nos había echado encima con las paradas en boxes. En eso que Cisco batiendo orilla con spinner, patapam, clava uno, y al momento otro. Aaaahhhh!, estabamos dejando atrás tantos basses sin sacar porque debiamos estar en la rampa a las 13:30, ¡qué lástima!

El tiempo se nos había echado definitivamente encima, ibamos con los dos motores a tope, y aún así no era suficiente. Nos hubiera hecho falta un blanquito (motor eléctrico de 101 libras) en plenas facultades para llegar a tiempo. Ibamos navegando por la zona de enfrente de la rampa cuando ví que la picachu de los Serafinillos y coche de Leyton se alejaban rampa arriba, habiamos llegado tarde.





Sólo me quedaba la esperanza de que alguien siguiera pesando en la rampa, al ser un concurso entre amigos con cierta licencia temporal, pero no era así. Allí estaban unos cuantos compañeros del Alberic Bass Master y del Valencia Bass, Morete, Kiko, Juanito y Alina que esperaban con expectación ver la presentación de la chiquilla. Morete trajo un metro oficial, mientras comentaban que no llegaría a 52 metros como sus anteriores compañeros de embalse, pero sí que llegaba. Por uno o dos milímetros la aleta caudal sobrepasaba los 52 milímetros y pesaba 2.460kg. Como diría Javi: "!Qué pe-pi-no!".

Una lástima que hubieramos llegado 15 minutos tarde a pesar de cambiar de baterías varias veces. En ese momento, recordé la frase de Javi sobre el mundo de recursos limitados en el que algunos vivimos. Dejando lloros y lamentaciones atrás, y afrontando la realidad que teniamos por delante nos fuimos a comer con los compañeros de Alberic Bass Master y Valencia Bass. Ya me podía imaginar los comentarios jocosos, pero nadie me podía arrebatar la visión de ese big bass tirando hacia la cobertura, mientras la caña de flipping de Nacho Revert no le daba un segundo de cuartel. Este pez se lo debo en gran parte a Nacho, por dejarme caña y carrete y sugerirme un montaje con ika que resultó ser decisivo.

En cuanto a la comida, el gazpacho manchego que hicieron "El Salero" del Alberic Bass Master y Paco Revert estaba delicioso. Esos rebollones, ese conejo de caza, ese picadillo, ¡che tú, qué bo!, me hizo entrar en modo visión túnel. Como siempre, la tertulia con los compañeros de pesca fue de lo mejor, y espero que Cisco disfrutara de la compañía tanto como yo. Un abrazo a todos ellos.

Thursday, November 19, 2009

NUEVO BARCO EN LA FLOTILLA UPV

Todo esto comienza con el aviso de Jorge de “se vende barca”, me calentó la cabeza y al final después de algún tiempo pensándolo me hice con mi propia barca. Después del primer viaje y de varias cuestas en primera con el coche conseguimos Jorge y yo, no sin un gran esfuerzo, guardarla en su sitio.



Después de un par 2 semanas era el día del estreno. Quedé con Raúl a las 6 en su casa y como yo me temía, se durmió (no era la primera vez). Entre unas cosas y otras conseguimos echar la barca a las 8 y pico. Ya estábamos dentro. Al ir a arrancar el motor, falló el protocolo y no arrancaba ni a la de tres. Al final, después de abrir el starter correctamente arrancó y nos fuimos en busca de Cisco y Crespo que estaban con su nueva barca por el Ral.
A esa altura de la película ya habíamos descubierto que las baterías no se habían cargado y Cisco nos dejó una de las 4 que llevaban. Si no llega a ser por ellos nos hubiera tocado pescar “al pairo” como dirían los marinos.
Pasadas las 11’30 empezamos a pescar sin ningún éxito la zona de la isla. Un poco más hacia abajo, vi merodear un pez bueno por la orilla y tras tirarle el ika noté que había algo al otro lado de la línea. Le di la mano con la fuerza y clavada, tiraba como un loco para abajo arqueando la IMX heavy, parecía bueno. Unas cuantas carreras después y consigo subir al barco el primer pez. Imaginaros la cara de satisfacción.

Después de comer con Cisco y Crespo y de la charla y anécdotas típicas de lo nuestro, pescamos un ratillo la recula de la casa apurando los últimos momentos haciendo power. Fue ahí cuando Raúl clavó su primer lucio de aproximadamente 100 g (un lapicero) pero que por desgracia al sacarlo del agua para subirlo se soltó. Era su primer lucio, pero como le prometí, contaría como pez válido ggg.
Los peces tampoco estaban con muchas ganas de fiesta, Cisco y Crespo sacaron alguno más pescando rápido por la mañana y por la tarde ya no sé lo que hicieron, lo dejo para que lo cuenten ellos.
Vuelta a la rampa de los patos, sacar la barca sin problemas (increíble pero cierto), recoger y pa casa. El primer día de pesca con mi propio barca concluía bien. Todo un éxito.

Tuesday, November 10, 2009

Open de lucio 2009

Afortunadamente este año también podía disfrutar del ambiente del Open de Lucio y todo lo que ello conlleva. Esta vez con la grata compañía de Javi "El picantón" (de ahora en adelante Javi), Cisco y Javi Ferrús (de ahora en adelante Ferrús), que también descubrimos que es picantón.


Vicent y yo salimos el viernes del poli, después de recoger todos los trastos de mi coche, que eran muchos. Recogimos el barco y salimos en busca de Miguel y Javi que nos esperaban en la vía de servicio del Rebollar, un clásico en nuestras salidas y mucho más decente que otro lugares donde se puede quedar. Tras pedirnos unos bocadillos para el viaje, empezamos nuestro viaje.

Miguel y yo conducimos todo el camino, en mi caso porque Vicent estaba convaleciente de su esguince de tobillo, y en el caso de Miguel, porque Javi todos sabemos que no está para salir, y hacemos la vista gorda :-)

Tomamos la autovía A-3 y luego cogimos la autovía Extremadura-Comunidad Valenciana hasta Ciudad Real. Esta carretera estaba construida, pero nos desviaban por las vías de servicio, sin embargo a la vuelta ya estaba inagurada y pudimos recorrerla toda de un tirón. Una auténtica gozada, en 3 horas y media Ciudad Real - Valencia. Además, en este viaje saliendo antes desde Valencia, pudimos disfrutar del paisaje extremeño. Tuvimos 2 horas de camino desde Ciudad Real hasta Puebla de Alcocer aproximadamente.

Esta vez llegamos con tiempo de sobra para limpiar los barcos, pero como no tenemos un mapa del pueblo de Orellana, pues cruzamos todo el pueblo por las callejuelas infernales con el barco detrás esquivando coches y motos mal aparcadas hasta que finalmente llegamos a la zona de limpieza. Como no escarmentamos, pues intenté volver por el mismo camino hasta que nos cruzamos con otro barco que tenía más idea que nosotros y nos sacó de aquel infierno. De ahí fuimos a Acedera para la charla de bienvenida y concentración de participantes del Open. Estuvimos charlando con los compañeros que poco a poco vamos conociendo en una y otra competición en la que coincidimos. Fue un placer reencontrarnos con nuestros vecinos del Caspe 2008, Andrés, Ricardo y sus respectivos compañeros. Así como los compañeros del Bass Alicante, Blas y Jorge Valverde.

Después de esta concentración nos fuimos a Puebla de Alcocer donde nos esperaban Cisco y Ferrús que salieron a mediodía de Valencia por cuestiones laborales. Dejamos los trastos en nuestra casa y nos fuimos a cenar a "La codorniz", como siempre, un placer para los sentidos. En mi caso, después de un viaje tan largo y con manjares por doquier, entré en modo visión tunel y conversación nula, y pasé a saciar mi hambre. Algo oía en la lejanía sobre el origen de las mujeres de moral distraída de la zona, pero no era mi prioridad en ese momento. Después de esta animada conversación, nos dirigimos a nuestra morada para sortear las camas que ocupariamos en las próximas noches. El resultado del sorteo hizo que Vicent entrara en modo autista hasta la mañana siguiente, cuando salió del mismo cazando mariposas con un salabre de muskies en la cola de botar el barco. Puede sonar surrealista, pero nada más cerca de la realidad.

Dejando mariconadas atrás, llegó la hora de la verdad, había que pescar lucios en Orellana. Los rumores decían que los lucios estaban muy duros y no tendría nada que ver con lo del pasado año. Así que empezamos pescando fino con pikies pequeños. El mayor problema que experimenté es que no podía mantener el señuelo en el fondo y no me resultó cómodo pescar de esa forma. En todo el día sólo tuvimos 3 picadas. Vicent fue el único de los dos que consiguió sacar un lucio de 3kg. Fue el único pez que presentamos. Mientras tanto, Cisco y Ferrús sacaron 3 lucios con un total de 6 kilos, pescando con pikies más grandes y con más plomo. Bravo por ellos. Miguel y Javi se comieron una porra, Javi seguía estando gafado desde el Caspe de 2008. Las larvas de mejillón cebra se quedaron en su equipo y ahuyentan a todo pez que intente picar.

Esa noche repetimos cena en "La codorniz" con unos huevos al plato a sugerencia de Vicent que nos quitaron "el sentio". De ahí nos fuimos a la cama, algunos antes que otros, pero no seré yo quien revele sus nombres.

Al día siguiente, ibamos con la idea de que los peces estarían más duros, pero nosotros habiamos cambiado el chip y habiamos sacado nuestros mejores pikies algo más grandes que los del día anterior. Entre las cosas que monté, había un pikie de Storm que compré el pasado año y no había gastado. El pikie estaba un poco oscurecido por el paso del tiempo, pero tenía más peso que los pikies que teniamos y lo podía manejar a más profundidad.

Nos pasamos un rato pescando en la punta del chalet con varias picadas, pero o no conseguimos clavarlos o nos partía el trenzado en la clavada. Esto hay que analizarlo en profundidad, mi teoría es que la clavada brusca con el freno excesivamente ajustado hace que el golpe parta el hilo trenzado. Otra razón podría ser que el nudo se estrangula excesivamente sobre el bajo de fluorocarbono, pero sigue siendo un misterio para nosotros.

En un momento dado estabamos pescando una récula que pescamos el día anterior con alguna picada, pero sin sacar ninguno. Yo llevaba mi pikie naranja de Storm que no recibía ni una sola picada. En esto que lanzo una vez más sobre una punta que había pescado antes. Notaba como el señuelo golpeaba las piedrecitas del fondo cuando en unos de esos golpes noto un peso a la otra parte, clavo instintivamente pensando que podría ser algo o simplemente una piedra. Tan pronto como clavo, percibo la sensación de movimiento a la otra parte: "Vicent, llevo uno, pero parece que es pequeño". El lucio se acercaba hacia el barco y daba la sensación de que lo traía con facilidad. Cuando el lucio se encontraba a unos 15-20 metros, noto el peso más directamente, y ya le digo a Vicent que no parece que fuera tan pequeño. En eso que el lucio que había a la otra parte, se ve cerca del barco y tira en perpendicular a la superficie del agua con una fuerza que me dobla la caña con una facilidad pasmosa. Vicent que ve que el carrete no daba hilo, empieza a ajustar el freno del carrete mientras yo peleaba con el pez. Pero el puñetero del hilo seguía sin salir, así que libero aún más el freno del carrete y consigo que el lucio empiece a llevarse hilo. El lucio tiraba con una fuerza increíble y yo estaba sufriendo por si no estuviera bien clavado, porque notaba cierta holgura. En uno de esos lances de la batalla consigo subir el lucio a la superficie por la parte donde estaba Vicent, pero yo no lo veo. Vicent, me dice que es grande y que esté tranquilo, mientras se mete una pastillita debajo de la lengua. El lucio vuelve a tirar hacia el fondo, en su última carrera antes de volver a la superficie y antes de que Vicent lo ensalabrara. Sí, el lucio estaba dentro del salabre y lo subimos al barco. Las vivencias de hacía un año se volvían a repetir, este año había sido yo el afortunado, con un lucio que era más grande que el del pasado año, pero la emoción la misma. La foto en la rampa de pesaje es cortesía de Depredators.

Tuvimos que esperar durante 15 tensos minutos hasta que se abriera el pesaje intermedio. En ese momento ya estabamos en la rampa junto con otro barco que acaba de pesar la pieza mayor con un lucio de 8,120kg. Los compañeros de este barco decían que mi lucio era más grande, pero a mí no me lo parecía. Subo a pesaje con el lucio en la bolsa con agua, lo meten en la cesta de pesaje y el dígito 7 de kilos permanecía fijo mientras los gramos se movían arriba y abajo. Al final se quedó en 7.99, y acto seguido cambió a 8.00kg. Sí, nos habiamos quedado a 120 gramos de la que sería la pieza mayor del Open. La foto fue cortesía de Francisco Carrión de la revista Sólo Pesca. Muchas gracias, Quico.

Seguimos pescando la misma zona y otras más cercanas del puente de Cogolludo. Tuvimos alguna que otra picada pescando con pikie sobre las puntas y pescando cerca de las nubes de minitalla, que realmente resultaron ser percasoles. De hecho hubo un lucio que subió hasta la superficie persiguiendo el pikie de Vicent. Después pasamos por otra récula donde tuve una picada, pero no conseguí sacarlo. Al final fuimos a otra zona que ya no recuerdo cual y Vicent pescando sentando como uno que yo me sé, clavó el que sería nuestro segundo y último lucio. Este último pesó 1.98 gramos.

Después de sacar el barco fuimos a darnos una ducha sabiendo que nos habiamos quedado a 120 gramos de la pieza mayor. En la cena de entrega de trofeos compartimos mesa con unos compañeros del Bass Madrid que sólo pescaban lucio, todo el año. Lo cual me sorprendió en sobremanera. El momento más duro fue ver como los ganadores de la pieza mayor se llevaban 1.000 euros para la pareja, y un jamón, una caña y una bolsa de señuelos para cada uno. Mientras que nosotros nos ibamos sólo con una bonita foto. Para que nos vamos a engañar, fue el momento más duro que he tenido que vivir desde que compito en este mundillo de la pesca deportiva. Pero nada se puede hacer al respecto.

Al día siguiente, madrugamos para salir pronto de camino a Valencia. En 2 horas estabamos en Ciudad Real y en 3 horas y media de autovía estabamos en Valencia. El Open de este año distó mucho de la locura del pasado año, pero no por eso dejó de ser menos emocionante. Espero poder volver al año que viene, y si no puede ser, espero que quien vaya lo disfrute tanto como yo. Como siempre fue una placer compartir estos días con los compañeros del Bass UPV.Por último felicitar a Bass Madrid por la excelente organización e infraestructura puesta a disposición de todos los competidores. Muchas gracias un año más.

Sunday, October 18, 2009

Concurso autonómico de la Comunidad Valenciana

Berni y yo habiamos estado pescando la semana anterior en Cortes, entrenando para el autonómico. Se nos había dado bien, habiamos sacado peces buenos, pero pensabamos que siendo un viernes festivo con pocos barcos en Cortes, nuestras sensaciones habían sido engañosas. El día del autonómico habrían más barcos, mucho ruido y presión y no podriamos pescar donde quisieramos.

Berni estaba ilusionado con que podriamos clasificarnos para el nacional y me recordaba a mi abuelo cuando me decía: "Posiblemente ésta sea mi última oportunidad para clasificarme para un nacional". Para mis adentros pensaba que iba a ser muy difícil competir con los mejores de cada club y teniamos poco que hacer, pero todos ibamos a estar pescando en el mismo embalse y siempre hay unos clasificados.

Eran las 5:30 de la mañana cuando golpeaba la ventanilla del coche de Berni que se encontraba durmiendo como un angelito mientras esperaba que llegase. Metió los trastos en mi coche y salimos para Cortes. Cuando llegamos, era un día de concurso, como un concurso del Valencia Bass pero con menos gente conocida y mejores barcos en promedio. No sentí ningún nerviosismo, tenía todo que ganar y nada que perder.

Botamos el barco y lo amarramos en el embarcadero, mientras desayunabamos algo cortesía de Berni y de la organización del autonómico. Saludamos a unos y charlabamos con otros, allí estaban nuestros compañeros del Valencia Bass: Charlie y Donderis, Álex y Fran, los ZZ, Juanki y Paco, Morete y Miguel, Javivi e Iván, Rafa y el "chiquitín", también estaba Adolfo por el Bass Alicante, Pablo que hacía de juez, Jorge y Francisco del Alberique que conocimos en Ricobayo, y alguno más que no recordaré.

Cuando llegó el momento fuimos para la línea de salida, pues estabamos en la primera salida, y nos colocamos en la retaguardia para no ser zarandeados por el resto de barcos. La cuestión es que mi barco no andaba, llevabamos una cantidad de trastos que casi no nos podiamos mover, y al final acabamos llegando los últimos al Ral, tras 15 minutos de travesía.

Empezamos pescando la punta de árboles que hay al entrar al Ral a la derecha. Empecé pescando a drop-shot con un shap shade worm en color baby bass, y Berni a texas con su cangrejillo de 5" de toda la vida. La cuestión es que al segundo lance, ya tenía la primera picada del día, y el primer pez de talla que subía al barco. Seguimos pescando los árboles, uno, otro, y al quinto lance, patapam, otro pez más que subía al barco - "ché, tú, como picaban hoy, la gente va a disfrutar" - pensé. Salimos hacia el exterior de la punta de árboles, veo un ataque en superficie, lanzo en ese punto, patapam, "un altre". No eran grandes peces, pero veía que hariamos cupo en un rato.

Nos vamos al árbol grande que hay en la otra punta, y antes del llegar, lanzo, picada, clavo y otro que subía la barca. Era increíble, posiblemente era el mejor comienzo de concurso que había tenido nunca. Pesco uno de los árboles que hay detrás de este grande, noto una picada, yo ya veía el cupo, lo clavo y lo subo. Tiraba, pero no tiraba mucho, pero tenía peso, lo veo brillar: "Berni, éste es bueno", cuando lo subo un poco más veo que era un dichosa lucioperca de 2kg. Ya no tuvimos más picadas en ese punto. Para mi madre que esperaba la lucioperca como quien espera llover, ya daba igual como quedase.

Así que nos fuimos a las récula que hay detrás de la récula del poste de teléfonos. Ahí había sacado Berni un pez de 2kg la semana pasada. Esta semana seguramente no picaría, pero había que probar. Yo probé esta vez con un ika, para ver si sacabamos peces más grandes. Berni seguía castigado pescando a texas, el objetivo era sacar algún pez bueno y mejorar la media del cupo. Lanzo a uno de los árboles con mi ika, y patapam, picada y saco uno de talla justo. Bueno, teniamos el cupo, ahora sólo era cuestión de mejorar los peces. Seguimos por esa orilla un poco más, cruzamos a la de enfrente sin picada. Así que nos fuimos a la parte de enfrente, a la récula que tiene dos árboles en la punta. Ahí volví a sacar otro con el ika, y empezamos a cambiar peces. Hicimos la récula sin éxito y decidimos volver a la punta de árboles que habiamos pescado a primera hora, pero ya no estaban allí.
Para entonces ya había levantado el castigo a Berni y estaba pescando a drop, como yo.

Nos fuimos al principio de la zona de la presa yendo desde el Ral, en su orilla izquierda. Pescamos despacito sin éxito hasta que lllegamos al último tramo antes de la zona de pesaje, donde en un árbol consigo clavar uno con el shap shade worm en color alburno. Había que pescar fino, el agua estaba critalina. Este pez era un pelín más grande, así que tiramos otro. Creo que poco después o poco antes había sacado Berni su primer pez. Yo no me fijé, pero Berni me dijo que yo había sacado ya 7 peces de talla cuando él subió el primero al barco. Anteriormente le partió uno la línea en la punta de árboles. No recuerdo donde más fuimos, pero no nos movimos del Ral, ya que la barca iba a paso tortuga con tanto peso y levantaba más ola que la golondrina.

Al final creo que cambiamos otro pez que sacamos, y nos dirigimos a pesaje con un sabor agridulce, pues habiamos cambiado peces, pero pensabamos que la gente habría sacado algún pepino que otro y los nuestros eran todo de kilo y pico como mucho. Para nuestra sorpresa Morete y Miguel habían pesado 4.400kg, y nosotros tuvimos la suerte del enano y pesar 4.550kg. Aún así Javivi e Iván llevaban a pesaje una bolsa de buenos nanos que les dió algo así como 5.8kg. Sorprendentemente la gente empezo a pesar, y no llevaban cupo, yo alucinaba, pero si picaban bien.

Al final, habiamos quedado segundos en la primera manga, no me lo acaba de creer. Teniamos muchas posibilidades de clasificarnos para el nacional si seguiamos sacando peces como por la mañana. Comimos todo juntos mientras comentabamos las jugadas más interesantes. Siempre estaban los típicos comentarios de aquellos que habían perdido buenos peces, pero no era nuestro caso. Al menos de momento.

Eran las 14h cuando empezaba la segunda manga, como suele ser habitual en estas ocasiones, Vicent daba ánimos al mismo tiempo que metía presión. Era fácil decirlo, pero había que hacerlo. Berni estaba nervioso, y más cuando veía posibilidades de quedar entre los 5 primeros, lo oía resoplar de vez en cuando en su posición de co-angler. Yo intentaba mantener la calma y seguir pescando igual que por la mañana.

Empezamos pescando la récula que hay entre la rećula de la casa y la del prebetón, a los pocos lances con drop, Berni me avisa de una picada, clava y aquello que había a la otra parte empieza a tirar como una bestia en perpendicular a la barca. Era un pez grande, pero Berni estaba recogiendo a una velocidad que yo considera excesiva para lo que tiraba el pez. Mis peores presentimientos se hicieron realidad cuando el pez salto fuera del agua, no acerté a ensalabrarlo al vuelo, el hilo se partió y la desolación nos embargó. En ese momento, me callé, no quería decir nada, Berni pensaba que había sido el salabre al tocar la línea. El resultado es que el pez de más de 1.5kg se había desvanecido y teniamos un cupo por delante que sacar. Estabamos nerviosos, lo tengo que reconocer. Ese pez nos habría puesto con un pie en el nacional, y más sabiendo que los peces estarían más difíciles por la tarde.

Intenté resetearme mientras seguía oyendo los resoplidos de Berni que me recordaban a una olla exprés a punto de explotar. Salimos de esa récula, hicimos la punta, pero por suerte antes de llegar a la siguiente punta siguiendo la orilla, ví un árbol alejado de la orilla sumergido y dejé caer mi shap shade a su lado suavemente. Noté un picada que me supo a gloria, clavé y el pez subió al barco. ¡Bien!, ya no haciamos porra. El silencio seguía, pero la calma era menos tensa. Cuando llegamos a los áboles que tienen unos carrizos detrás, Berni me avisa de que le habían picado, y saca otro, era el segundo. Pescamos toda esa zona sin ninguna picada más, yo también probé con ika por si sacaba algún pepino, pero nada de nada. Nos fuimos a la primera récula que hay nada más entrar en el Ral a mano derecha y allí, al final consigo sacar yo el tercero, bordeamos la punta que tanto le gusta a Javivi e Ivan y creo que ahí es donde Berni sacó el cuarto y último. Fuimos a otras réculas del Ral que habiamos pescado por la mañana, pero nada de nada. A última hora insistimos en la récula que habiamos pescado a primera hora de la tarde, pero no hubo forma, ya no sacamos más peces. Cruzamos los dedos y nos fuimos a pesaje.

No sabiamos como se le había dado al resto, pero me llamó la atención que cuando llegamos un par de barcos (grandes) se iban sin pesar. Pablo tenía pocas plicas en la mano y Emilio (el guarda), nos invitaba a pesar de forma inmediata. La gente no había pesado casi peces. No llegamos a los 3 kilos, 2.5kg, muy justito, ahora echaba en falta ese pez de al menos 1.5kg que nos hubiera llevado a más de 4kg. Vicent nos decía que estabamos clasificados para el nacional, yo no me lo creía hasta que no viera la clasificación final. Habiamos hecho sextos en la segunda manga, así que 6 puntos de esa manga, más 2 puntos de la primera manga, nos ponía con 8 puntos. Enseguida vimos que Álex y Fran tenían 5 puntos. Como no, la suerte del enano les había vuelto a acompañar, pero probabilisticamente hablando esto no era posible, así que concluí que por mucho que dijera Álex, ellos dos eran unos cracks. Pablo empezó a ir sumando los puntos, y todos los partipantes resultaban en cifras de 2 dígitos. Pablo siguió integrando por partes (primera y segunda manga) la funcion clasificación hasta llegar a los participantes con porra y allí seguiamos con 8 puntos, detrás de los 5 puntos de Fran y Álex.

Levanté la mirada de la hoja de clasificación para mirar a Berni, él me miró, sí, nos habiamos clasificado para el nacional como subcampeones autonómicos. Berni y yo nos fundimos en un abrazo. Yo creo que Berni no se puso a llorar de alegría por vergüenza, era increíble, habiamos quedado segundos en el autonómico compitiendo con los mejores y con un barco, bueno una barca, que aunque está mimetizada con el ecosistema de Cortes por la cantidad de horas que pasa metida en él, limitaba nuestra capacidad de movimiento y comodidad.

Eramos los nuevos subcampeones autonómicos. En ese momento, al igual que pasó cuando gané mi primer social con el Valencia Bass club, siempre me acuerdo de aquellos que me han enseñado todo lo que sé para llegar hasta ahí:

- Mi compañero Berni que me enseñó las bondades de Gary Loomis y eso de que se noté la picada antes de notar el peso del pez. Debo confesar que aún me sigue maravillando. Él ha sido mi maestro en la pesca a texas y gracias a él estamos donde estamos.

- Vicent que me sacó del ostracismo pesquero, hiciera que volviera a coger una caña de pescar, quitara las telarañas a mi barca arrinconada en un rincón del garaje tras varios años sin usarse y me hiciera volver a disfrutar de la pesca. Siempre estaré en deuda con él, por todo lo que me ha enseñado y tanto me hace disfrutar.

- Mascarell y Leyton por introducirme en la pesca finesse con la recomendación de mi actual equipo de drop-shot, una auténtica maravilla, que fue vital para este subcampeonato. Ellos ya saben que mis comentarios jocosos sobre la pesca finesse, son sólo una excusa para meterme con ellos. Gracias.

- Cisco y Miguel pues me enseñaron a pescar a drop-shot este verano, proporcionándome las claves de cómo montarlo, con qué señuelos, anzuelos y plomos montarlo, y dónde utilizarlo.

A todos ellos va dedicado este subcampeonato autonómico, ya que sin ellos no hubiera sido posible. Mi más sincero agradecimiento. Un abrazo.

Tuesday, October 13, 2009

Intentando pescar en una piscifactoría con peces resabiados

Miguel y yo decidimos ir a Benagéber a sacar algunos tochetes. No sabiamos que estaría tan difíciles, al igual que pasó en el autonómico de orilla.

Empezamos pescando la punta derecha de entrada al cañón. Se veían peces, pero estaban muy pescados y no picaban a nada. Nos adentramos unos metros en el cañón y no dejabamos de ver peces de 2 kilos y pico que se paseaban por encima de las puntas si querer saber nada de nuestros señuelos.

Fuimos saliendo del cañon para pescar la otra orilla, pero no teniamos ni picada. En esa parte ni los vimos. Pescando con crankbait, jerkbait, a drop, a split, y nada de nada. Volvimos a la otra orilla por donde salimos y no paramos de ver peces por la orilla, pero no picaban a nada. Nos estaban viendo antes de llegar, pues el agua estaba muy clara. Así que tuve que pescar fino a la caída, pues lo peces estaban suspendidos y paseándose por las orillas. Era increíble ver peces de 2kg en grupo paseando por la orilla, pero que no hacían caso a nada. Nos pegamos a la orilla y nos dispusimos a pescar de lejos. Al final con un senko pequeño y mi línea de 8lb de fluorocarbono conseguí desatar la picada de un bass de 1.9kg entre un enjambre de peces del mismo tamaño. Era el pez más grande que sacaba con mi caña de finesse recomendada por los maestros de la pesca finesse, es decir, Mascarell y Leyton. Este tochete va dedicado a ellos.

Seguimos por esa orilla sin picada y con una brisa que empezaba a ser molesta. Pasamos a la orilla de la isla, y cerca de la punta, en un árbol, Miguel sacó con una lombriz uno de 1.8kg, otra tabarda de Benagéber. En cualquier caso los peces estaban muy duros y salían con cuentagotas. Al final decidí pescar con jerkbait batiendo orilla. Fuimos bordeando la isla hasta llegar a la récula de enfrente de la orilla de desembarque. En un momento dado, en una parada noto una picada, y acto seguido vino una tensión brutal y un obús tirando de la otra parte de la otra línea que me llevó a rodear la barca con mi caña por la proa en centésimas de segundo. No tuve tiempo de más, el pez se metió en un árbol y no pude ver lo que era. No tuve tiempo de reacción, el señuelo estaba enganchado y el pez se había ido. Me imagino que sería una carpa, pero ¿y si hubiera sido el bass de mi vida?

Avanzamos unos metros y saqué uno de talla, pero más pequeño, y ya no tuvimos más picadas. Nos dirigimos a la orilla, sacamos la barca, recogimos los bártulos y para casa. Se nota que los peces en la zona de la presa están muy pescados y saben latín, te ven desde una larga distancia y hay que pescar muy fino para sacarlos. Eso sí, menudos tochos tiene en sus aguas Benagéber, era como pescar en una piscifactoría, pero con peces muy resabiados. Habría que probar a pescar la zona del cañón para ver si los peces están más accesibles, porque en la zona de la presa es para pros :-)

Primer día del puente: Entrenando para mi primer autonómico de embarcación

Estabamos a una semana del autonómico de embarcación que se celebra en Cortes el próximo sábado. Así que Berni y yo quedamos para entrenar, bueno, entrenar es la excusa, nosotros vamos a pasar un buen día pescando.

Nos fuimos a la zona del Ral, récula del prebetón, y empezamos pescando la punta de árboles que entra. Yo estaba montando las cañas tranquilamente, mientras Berni ya había sacado un par de peces, uno podría ser de talla. Yo, fiel a mi ika, empecé a pescar los árboles. Berni, el maestro de la pesca a texas, hacía lo propio con una lombriz. Cuando me descuidé, pasando su lombriz por debajo de un árbol separado de la orilla, patapam, Berni da la mano como antaño y de repente veo su GLX que de dobla como si fuera chicle y veo que su línea busca refugio en el árbol. Berni aguanta el pez hasta que se hace con él, y consigue subirlo al barco. Menudo tocho, estaba muy muy gordo, pesó casi 2kg y tras las foto de rigor lo devolvimos al agua. Os debo la foto de Berni, pero está en su móvil.

Seguimos pescando la isla de prebetón sin picada, cuando vimos a unos rumanos tendiendo una red en una de las réculas. Uno permanecía en la orilla, mientras el otro con una balsa arrastraba el otro extremo de la red. Un espectáculo lamentable. Salimos de aquella récula sin ningún pez de talla y nos cruzamos a la orilla de enfrente pescando el puntal que se mete dentro. Al poco rato en una récula pescando un arbusto en una punta consigo clavar uno bueno.

Después nos fuimos a la zona de la presa, pero el agua estaba extremadamente cristalina y no estaba pescando a gusto. Los peces no tendrían problema para vernos. De hecho, no tuvimos ni picada. Así que volvimos a pescar orilla izquierda de la entrada del río, pero no tuvimos picada o ninguno importante. Así que seguimos subiendo rio arriba, llamándonos la atención la transparencia de las aguas donde unas semanas antes estaba mucho más turbia. Subimos hasta donde aparece una pared con una gran récula con árboles en medio del río, pero no tuvimos picada. Todo estaba muy parado y los peces no se veían por las orillas. Tocaba volver a los clásicos, cangrejito a texas y pescar despacito.

Al poco rato de pescar de esta forma, tengo la primera picada, pam, clavo y empieza a tirar como una bestia parda. Los basses tenían una fuerza increíble, este me saco hilo en varias ocasiones hasta que conseguí vencerlo. Menudo tocho, no era tan bueno como el de Berni, pero estaba en su 1.9kg. Avanzamos un poquito más y otra picada. Lo clavo y acto seguido sube a la superficie saltando fuera del agua. En ese momento pasaba Pardo (compañero de JJ) y me vió cuando peleaba con el pez, pero tuve la mala suerte que el pez intentándose meter en el árbol, y yo forzándolo para que no lo hiciera, me cortó el hilo. Una lástima, cuando me pasa esto lo que peor me sabe es que el pobre pez se lleva el anzuelo clavado en la boca. Me rehice y seguí pescando de la misma forma. Saqué otro de talla, pero nada importante.

Arranque el motor de explosión y subimos un poco más para ver como estaba el agua por allá arriba. Al poco rato, patapam, otra picada y otro tochete que se debatía en la otra parte de la línea . Este era bueno, estaba en su 1.6kg y tenía unas tonalidades muy bonitas. En ese momento venía la dichosa golondrina, pero que poco a poco vamos ganándole el respeto aminorando la marcha cuando llega a nuestra altura, así que cuando estaba a nuestra altura les enseñe el pez que acababa de sacar. La golondrina paró, tocó el claxón y la gente empezo a aplaudir, a silbar y a tirar fotos, ¡ché!, esa sensación de tener público me gustó. No sé si algún día en España tendremos barcos de público siguiendo los concursos, pero sería todo un puntazo.

Poco tiempo quedaba ya, clavé otro de talla que se quedó enganchado en una rama y al final tuve que partir. Fuimos volviendo mientras el sol se escondía e hicimos una última parada en la zona de la presa, pero Berni falló uno que sería el último. Fue un buen día de pesca, se notó bastante que era el primer día del puente y los peces no estaba presionados. Esperemos que el día del autonómico se nos dé tan bien como el pasado viernes, aunque difícil lo veo.