Saturday, December 26, 2009

Puente de la Constitución en Tous, ¿dónde ibamos a estar mejor?

Habiendo 4 días de puente había que aprovecharlos para ir a pescar, claro está. Nuestro escenario sería Tous.

La primera salida que fue el sábado, fuimos Cisco, mi cuñado Andrés y yo, con la barca de Cisco que es más grande que la mía e ibamos a estar más anchos. Subimos directamente hacia la zona de los cortados, creo que con alguna parada intermedia no fructífera.

Dada la época en la que estabamos, ibamos pescando al lucio con pikies y mogambos, y al bass con jigs de jewel, como no. Subiendo por los cañones no tuvimos ninguna picada, lo único a destacar fue la escalada extrema que tuvo que hacer Andrés para plantar un pino en lo alto de un risco.

Llegamos hasta la primera gran récula que hay a mano derecha en los cañones, pero decidimos dejarla para más tarde e ir a la siguiente grande que hay a la derecha. Grave error. Pescamos al lucio dicha segunda gran récula a la derecha sin picada y eso que tenía buena pinta. Cuando ya bajabamos de vuelta a la primera récula, nuestro amigo Alfredo con un motor eléctrico de los buenos, nos adelantó y se metió en la récula. Os podéis imaginar nuestras caras después de estar subiendo más de una hora con un motor eléctrico de los malos. Cisco estaba totalmente indignado. Entramos un poco en esa récula cuando vimos que para más inri, Alfredo sacaba un lucio de 2 ó 3 kilos al final de la récula.

Salimos de la récula y pescamos los cortados que venían a continuación en la parte del sol. Cisco con su pikie "nacional" (para no ofender sensibilidades) lo tira hacia los cortados cuando nota un picada. "Me han picado" dice Cisco, pero acto seguido se le suelta lo que había a la otra parte. Cisco recoge el pikie para volverlo a lanzar, cuando ve que un gran lucio de 6.3 kg sigue su pikie hasta casi la barca. En este momento me gustaría poner el vídeo de Cisco imitando como el lucio tomaba el pikie suavemente con el lateral de sus fauces. Os podéis imaginar la brutal lucha que se produce cuando un lucio de ese tamaño es clavado tan cerca de la barca y con tan poco hilo fuera. Cisco no le dió tregua y yo lo ensalabré rápidamente. Fue incréible.



Tras recuperarnos de las fuertes emociones, seguimos bajando por la misma orilla y al poco rato, pam, Cisco clavaba otro lucio con el mismo pikie, pero otro lucio que era hermano del anterior. No se iba ni 100 gramos. Lo ensalabro como puedo dado el pequeño tamaño de mi salabre de bass, y cuando lo estoy metiendo en la barca, da un coletazo y me viene justo para hacerlo caer dentro de la barca. Madre mía, otro lucio y además muy bueno. Nunca en mi vida había visto sacar 2 lucios de ese tamaño en el mismo día. Me quito el sombrero.



Seguimos pescando, pero dado que hacía más calor, yo cogí mi caña de bass que llevaba montado un jig de pewel negro/azul para lanzar al final de aquellas pequeñas réculas orientadas al sol donde hay una gran variación en profundidad en pocos metros. En la primera que nos encontramos con este patrón, nuestro amigo Cisco clava un bass de kilo y medio, creo recordar.




En la siguiente que nos encontramos, lanza Cisco se le engancha en unas ramitas de la orilla, y aprovecho para lanzar yo, mientras el jig caía por la pendiente notaba las picadas y clavo. Tan pronto como clavo, el bass que había a la otra parte sale como un obús hacia arriba y salta fuera del agua, era bueno. Tan pronto como cae sale disparado hacia la izquierda para chocar contra la orilla. Estaba como loco, nunca había visto un bass con tanta agresividad en sus arrancadas. Finalmente, el bass ya desfondado lo subo a la barca. Era muy bueno, pesó 2.1kg, aunque no parecía que pesara tanto.



Con este pez empezamos a bajar para irnos. Nos quedaba un buen trecho y no quería que se nos hiciera de noche. No recuerdo si tuvimos alguna picada más, creo que vimos un par de basses al entrar en la récula grande a mano izquierda cuando salimos de los cortados. Y eso fue lo que dió ese día de pesca en Tous. Al sacar la barca coincidimos con nuestro amigo Alfredo con el que también coincidimos el lunes.

El lunes volviamos los dos valientes, Cisco y yo, y esta vez nos acompañaba Crespo que tenía unas ganas locas de pescar. Nuestra idea era hacer lo mismo que el otro día, pero el viento en contra no nos permitía avanzar con mi motor de 54 libras en la barca de Cisco, una Duroboat de 14 pies. Tan pronto como llegamos a la zona enfrente de la arboleda nos tuvimos que meter en la primera récula grande a mano izquierda.

Cuando ibamos entrando en la récula hago una lance hacia la orilla con el pikie y pam, una picada. Me doy cuenta de que es un bass, alucino. Al final lo saco sin problemas dado que llevaba la caña de lucio y trenzado. Era un bass precioso de 1.9 kilos. Nos metemos en la récula y la sonda nos marcaba peces entre las ramas, así que echamos en ancla y pescamos las coberturas con jig. Al momento tengo una picada al jig y me cortan el hilo, bien, un lucio. Lanza Cisco a la orilla de enfrente con un pikie amarillo fluorescente y clava un bass de 1.5 kg, creo recordar. Crespo pescando la cobertura , pam, otra picada y le cortan el hilo. Después de estar allí un rato, salimos en busca de la siguiente récula.




En esa siguiente récula, Cisco clavó otro bass con un pikie. Yo estaba sorprendido, estaba picando los basses a pikies y los lucios a jigs. Por fin, entramos en los cañones, y mientras entrabamos, nuestro amigo Cisco, clava otro bass de 1.6 kg (lo digo de memoria). ¡Yeee, tú!

Subimos rápido por los cañones aprovechando que el viento había cesado. Mientras subiamos, Crespo llevaba el motor eléctrico. Cisco y yo haciamos power-fishing con pikies sentados en la barca, y claro, ocurrió lo que tenía que ocurrir. Me picó un lucio que no era muy grande y como iba sentado pues no pude clavar adecuadamente y se me escapó. Pasamos las dos réculas grandes que hay a mano derecha subiendo un poco más, pero no tuvimos picada.

Cuando ibamos bajando nos volvimos a encontrar con Alfredo, un luciero de pro donde los haya y tras charlar un rato, le comentamos nuestra intención de pescar la récula que el otro día nos había "quitado", pero con un "se siente" nos quedamos. Cisco se subía por los cortados :-)

Así que nada, cuando ellos se fueron, nosotros entramos en la récula y allí comimos de categoría, con una compañía inmejorable como son Cisco y Crespo. Crespo tuvo el detalle de traernos dos trozos de tarta del cumpleaños de su hija. No me lo pude acabar, era enorme. Saliendo de esa récula, hice la gracia de coger la caña de Crespo que tenía montado un jig marrón de jewel, lo meto en una cobertura, pam, picada y me cortan el hilo. ¡Ala!, a restituirle a Crespo el jig con el más parecido que tenía.

Con esto fuimos bajando tranquilamente aunque ya era tarde, el viento se había calmado, y las sirenas de Tous hicieron su aparición para encantarnos y hacer que se nos hiciera más tarde. Crespo, un hombre casado, inmune a sirenas, nos avisaba que se nos estaba haciendo muy tarde y que la luna nos abrazaría, pero nuestra ansia por pescar era mayor, como aquel día de la trobada.

Cuando salimos a la zona más ancha de Tous, allí estaba Alfredo, que muy gentilmente nos ofreció remolcarnos. Menos mal, porque cuando llegamos donde estaban los coches era casi de noche. Hay que agradecer a Alfredo este gesto, que a pesar de "quitarnos" los sitios de pesca, nos hizo este gran favor. Muchas gracias, Alfredo.

Esta crónica va dedicada a Álex Fabra por su insistencia en que fuera publicada, pero que no había tiempo de hacer hasta ahora. Cuando tenga un rato añadiré más fotos.

2 comments:

Javi said...

Eso que hizo Cisco hay poca gente en estas latitudes que puede decirlo...
Mira que no perdonáis ni un día mamones ggg.
Yo ahora creo q hasta finales de febrero por lo menos res de res.
Q vaya bien y feliz año a tod@s!!!

Jorge said...

Javi, espérate que vienen 2 crónicas que vais a flipar.