Friday, April 22, 2011

Resaca pesquera en Cortes con reencuentro incluido

La semana anterior había quedado con Emilio que repetiriamos una jornada durante las Pascuas. La noche anterior al día D llamé a Emilio para darle la enhorabuena por la Copa del Rey de su equipo y me lo encontré pescando en Cortes con David alias el Pingarrón. Por la noche a su vuelta de Cortes y tras verse envuelto en la tormenta perfecta con embadurnamiento pesquil de 13 horas incluido, a Emilio le quedaban pocas ganas de volver al día siguiente. Sin embargo, a pesar de darle la opción de abandonarme a mi suerte, Emilio fiel a su palabra quedó conmigo a las 7:30am en la rampa del Ral.

Así que a las 7:00 estaba en la rampa de los patos en la más absoluta soledad. En el camino a Cortes me había parecido ver una zona de arboleda quemada cercana a la carretera antes de llegar al pueblo de "El Oro". A la vuelta, confirmaría con tristeza dicho hecho. La cuestión es que boté el rayo azul y en un momento me había plantado en la rampa del Ral. Eché en falta que me adelantara la Nitro-avispa, pero a esas horas todavía estaban por llegar. ¿Quién sería el co-angler del maestro ninja-pescador?

Cuando llegué Emilio todavía no había llegado, así que siguiendo el patrón del pasado día. Monté el cangrejillo (fat baby craw) color plum emerald con un tungsteno de 5 gramos. No me dió tiempo hacer 3 lances cuando un obus granate en caída libre rugía en la lejanía. No me atrevería a decir si ese rugido se debía a romper la barrera del sonido, o porque Emilio llevaba el himno del Madrid a toda "birolla" atronando toda la récula. A más de uno le pitarían los oídos al oir dicho himno.

Yo, con el señuelo en el agua, me acercaba a la búsqueda de mi co-angler. En eso que noto una ligera picada y clavo. Un bass kilero me daba los buenos días mientras Emilio descargaba los trastos. Casi sin darnos cuenta ya estabamos the Guardian, Lucky Craft and the Doctor abordo en la orilla de enfrente.

Dos lances más tardes ya tenía un bass de kilo y pico entre mis manos. El patrón era exactamente el mismo que el de la anterior semana. Diez minutos más tarde subía el tercero al barco, pero no me atrevía a pedirle a Emilio que me hiciera una foto que bastante tenía con su parcial en el dique seco. Y es que todo hay que decirlo, la jornada de pesca de ayer había hecho mella en la condición física de Emilio. Como para llevármelo al Caspe durante 3 días consecutidos 10 horas cada día, lo tienen que sacar en ambulancia.

En eso que en la lejanía avistamos a la Nitro-avispa con un venido-arriba Paco y acompañado por el que Emilio denominaría como co-angler destroyer, Juanito el de la grúa. Sin duda alguna, este maridaje no podría sacar muchos peces del agua. Los buenos días se hicieron en la lejanía para que no le vieramos los señuelos, a cambio Emilio les recomendó pescar más arriba de la isla del río.

Nosotros seguimos pescando por esa orilla y entramos a la siguiente récula a la derecha. Poco después hacía acto de presencia los Valverde que decidieron acompañarnos por la orilla de enfrente hasta el fondo, ¡qué majos! Allí sacariamos Emilio y yo, uno cada uno a texas y pescando despacito.



Nótese el estilo de Emilio posando para la ocasión con mondadientes incluido, todo un profesional del pesca.



De allí nos iriamos a la misma orilla, pero un poco más delante. Batiendo orilla con la misma técnica, clavé un par más.



De ahí nos fuimos a la récula del Ral enfrente de la casa. A la entrada a la récula con la montaña sumergida no tuvimos picada, pero al salir clavé otros dos y fallé otra picada. Esta vez con el cangrejillo en color pumpkin.



Estando allí, llegó Paco y Juanito para comer juntos, justamente cuando más estaban picando. Este Paco es un pincha. La comida fue agradable en parte gracias a que Emilio estaba con una predisposición mayor a la tertulia que la última vez que comió con Paco. Paco muy en su línea proponía toda una serie de mejoras en la calidad de servicio de Emilio mientras daba buena cuenta de la tortilla de patata que había llevado, qué decir del bote de almendras y cacaos. Por otra parte, Juanito nos contaba sus andanzas en Huesca en la construcción del nuevo embalse de San Salvador en el curso de río Cinca. La pesca también fue parte de la tertulia, cada uno revelando sus pequeños secretos.

Después fuimos saliendo de la récula sin muchas picadas. Justo antes de que llegara la tormenta tuvimos que pescar a drop-shot para tener alguna picada. Finalmente, yo conseguí sacar uno de talla con el clásico shap shade worm en color baby bass.



Por otra parte, Paco y Juanito estuvieron todo el día de probaturas tonteando con la porra, pero al final cumplieron. Nótese el buen porte que presenta Paco en su foto, da igual el tamaño del pez, esa mirada de pescador experimentado merece ser portada de la revista Bass Insider.



Poco más daría la jornada de pesca, se levanto un fuerte viento y comenzó a llover. Así que dejé a Emilio en la orilla y salí zumbando hacía la isla de los patos, pero ya era demasiado tarde. La tormenta me zafó a medio camino y me calé hasta los huesos. Es de agradecer que Paco y Juanito estuvieron esperándome en la rampa de los patos para ver si necesitaba ayuda.

Otro día de pesca en Cortes con sorprendetemente pocas embarcaciones, creo recordar que fueron 5 y los peces dieron la cara. Emilio acusó la resaca pesquera del día anterior y no estuvo a la altura que su título "The Guardian" se merece. Que no cunda el pánico, a la próxima más y mejor.

1 comment:

francisco arroyo said...

un buen dia de pesca,no por las capturas que fueron pocas por nuestra parte,pero si por la compañia.ya no es la isla de los patos,ya que parece que le han retorcido el cuello al pobre pato(como diria juanito seguro que son los ruman...)no hay derecho.un saludo a todos