Nos fuimos dirección a los cortados, siempre buscando la zona soleada, yo con la caña de lucio en mano y Pardo siempre fiel al bass con un jig.
Después de una hora y pico sin picadas, empecé a oír las primeras protestas por parte de Pardo,tales como:"....a mi el lucio no me gusta mucho", "teníamos que haber ido a la marjal".Estaba claro que Jose no confiaba en poder coger algún pez, pero yo tenia unas buenisimas sensaciones.
En eso que llegamos al principio de los cortados y hago un lance paralelo a la orilla, a los pocos segundos de recogida continua, el clásico ataque del lucio,brutal y seco, poco después subía a la barca nuestro primer pez del día, un bonito lucio de casi 3 kilos (estaba precioso).

Un poco mas adelante, le digo a Pardo: -esa punta es buenisima-
Hago el pertinente lance pero un poco corto y Jose lo hace un poco mas largo, el pez estaba posicionado a la parte de atrás de la punta, con lo que se decidió por el piki del señor Pardo. Como Jose llevaba la caña de swimbait ,el lucio de 4 kilos y pico subió a la barca como si de un albur
no se tratara.
Pardo volvía a recuperar la confianza.
Habían dado las doce pasadas y llegamos a una playa en la cual yo había puesto todas mis esperanzas en poder coger algún bass. Armados con nuestros jigs, empezamos a trillar el fondo. En uno de esos lanzamientos, pescando hondo, hondo, noto picada, y sin pensarlo dos veces, clavo. No me lo podía creer, un bass de 2.200 Kg aparecía desde el fondo, la lucha fue buenisima y eso que había leído que los basses en invierno no tiraban.

Después de las pertinentes fotos y de recordar la picada, seguimos pescando, pero con una sonrisa en la cara, era increíble, habíamos conseguido sacar el primer bass.

No se hizo esperar la respuesta de Pardo, y lanzando su jig a una cobertura en un metro de agua, patapam otro bass de 1.700kg subía a la barca. Todo hay que decir que cuando vi lanzar a Jose, pensé para mi: "que hace lanzando en un metro de agua, si yo he cogido el bass a mas de 5 metros". Como siempre, este pez es tan increíble que todos los días nos sorprende.
Intercambiando lances profundos con otro menos profundos, obtuve mi segundo bass del día,otro precioso bass de 2.200kg. Como el anterior, la lucha fue preciosa.

No se iba a acabar el gran día y al llegar a una punta Pardo lanza, y rastreando el fondo, obtiene una picada espectacular, le dobló la caña, pero la en clavada falló, no podía creer lo que había fallado y sin pensarlo dos veces, lanza al mismo sitio y en cuestión de segundos la misma historia, pero el señor Pardo no volvería a fallar. Como si el mismo diablo lo hubiera poseído, empezó a gritar con el pez en la mano. Un bass de 2.300kg, volvía a subir a la embarcación.Después de rememorar las dos picadas, seguimos pescando y Jose tendría la ultima picada del día, la cual falló. Anteriormente yo había fallado otra picada pescando hondo a sacky, habíamos desperdiciado dos buenas picadas.

Nada mas girar la punta y casi en el mismo sitio donde había fallado Pardo, patapam, esta vez el pez venia prendido de mi sacky, se trataba de otro bass de 1.700kg.

Había sido una hora frenética, habíamos dado con los basses.
Despues de no obtener mas picadas, le dije a Jose que quería ir a unos cortados en los cuales meses antes había sacado algunos pequeños lucios.
No se hizo esperar el tercer lucio, efectivamente, casi en el mismo lugar donde hacia dos meses, había logrado capturar un lucio, obtuve picada, un lapicero prendido de mi sandra.

Decidimos comer dentro de una recula ya que se había levantado un airecillo que te congelaba las ideas, aunque si por Jose hubiera sido, ni hubiéramos comido.
Volvimos sobre nuestro pies y pescamos la orilla donde habíamos sacado los basses, en uno de esos lances con mi carolina, tengo la picada mas clara del día, pero aun estoy pensando en como fallé esa picada.
Decidimos irnos a el segundo lugar donde creía que podíamos localizar algún bass, esta vez, Pardo no dijo ni pio, confiaba en mi 100%. Llegamos al sitio y empezamos a pescar pero sin ningún resultado, pero estaba convencido de que era un buen sitio y después de mil lances hubo premio. Pescando sobre los 8-10 metros, noto un pequeño toque y sin pensarlo dos veces, clavo y sí,era un bass de 1.500Kg aprox. El pez estaba congelado y no había luchado mucho. Seria el ultimo pez del día, no sin antes haber perdido, a mi parecer el pez mas grande del día. Había hecho un lance detrás de una piedra y después de menear un poco el señuelo obtuve picada, la clavada fue buena pero en la lucha, el pez se soltó.

Había finalizado el día y no nos podíamos creer lo que habíamos hecho, sacar 6 basses en invierno y el agua a 9 grados, el día perfecto.
Y como Pardo me sugirió de titulo para esta crónica:
" AHORA VAS Y LO CASCAS"
Dos días después decidimos volver a Benageber, esta vez acompañado de mi cuñado Sergio y de el "Doctor".
Llegamos al embalse sobre las 9.30am y media hora mas tarde llego Jorge.
Empezamos a pescar la isla, pero sin ningún resultado aunque yo había tenido una picada a la caída pescando a carolina.
Nos pasamos a la orilla de enfrente y pescando con un jerkbait de lucio, patapam, un pequeño lucio ataco mi señuelo con saña, la picada fue brutal.

Seguimos haciendo orilla, pero sin suerte y como no lo veía claro, le propuse a mi cuñado irnos hasta la siguiente punta mientras tanto haciendo curri con una caña. Pero en mitad del trayecto vi un sitio que me gusto y le digo a Sergio: "recoge la caña y pescamos esto". Recogiendo, patapam, otro lucio atacó el señuelo. Era el primer lucio de mi cuñado.

Poco después llegamos a la punta de los cañones donde vimos un bass, pero no pudimos hacerle picar, y decidimos atarnos a un árbol y comer junto con la compañía de Jorge, el cual hasta el momento no había obtenido picada.
Después de hacerme dos bocadillos de longanizas con tomate que la noche anterior me había preparado mi señora, decidimos irnos a los cortado de enfrente. Jorge se quedaria en esa punta.
A los pocos minutos en uno de los lances paralelos a los cortados, en la caida noto como mi piky se frena, clavo y noto peso. Girándome le digo a mi cuñado: "este es bueno"
Después de unos minutos y una lucha brutal un bonito lucio de 5,400kg subía a la barca, el pez era precioso y mi cuñado estaba fascinado, no había visto ningún pez tan grande en vivo. A lo largo del día iría recordando el pez.

No pasaron ni diez minutos, cuando pescando en las profundidades, patapam una picada sutil, clavo y el primer bass del día, un bass de 1.700kg, casi me había alegrado mas que con el lucio.

Seguimos pescando, pero era difícil ya que se había levantado bastante aire y por eso decidimos pasarnos de orilla y estar un poco mas resguardados. En la lejanía veíamos a Jorge pescar unas puntas, que según nos dijo después había fallado la picada de un lucio.
Al poco de llegar y después de algunos lances, picada, clavo y fallo, vuelvo a dejar el señuelo y tras unos segundos, otra picada clavo y un precioso bass, pero de repente el hilo dice basta y adiós bass. Anteriormente había enganchado un par de veces y había recuperado el jig con el perro pero no habia vuelto a hacer el nudo, seguramente el hilo estuviera rozado, un fallo para aprender.
Mas tarde y ya dirección a la rampa pescando lento a carolina en las profundidades, volvía a fallar otro pez y eso que la picada fue clara, era el segundo pez que fallaba a carolina.
Al llegar a la rampa, Jorge nos contó que había perdido un lucio y que en una aparición de la mare de deu de Benageber, lanzando con un piki en una punta, a la caída, le había picado un bonito bass de 2.300Kg.

Habían sido dos jornadas increíbles en las cuales en las dos habíamos pescado basses y encima con buena compañía.
A partir de ahora, mas de un dia ire a intentar sacar algun bass en invierno, es toda una hazaña, porque si lo logras, es como si hubieras sacado el pez de tu vida.
Animo," sí, hace frio.......... y que?"
Un abrazo Cisco