Friday, November 26, 2010

... en la Bretaña Francesa 2

Hola Jaime, que te dejo solo unas fotos de la bretaña francesa porque yo pescar percar no hice ni el amago, la verdad es que me llevé la caña por si acaso (total el maletero ya estaba tan lleno y siempre me gusta pensar que está ahí -por si acaso-), pero es lo que tiene el verano y las vacaciones... al final te lías y como no conoces la zona pues en vez de pescar te dedicas al turismo que en definitiva era una parte principal de las vacaciones.




y espero que nos mandes más crónicas de la zona pues para la próxima ya tendré unas buenas referencias, además de disfrutar leyendo tus historias.

y aunque no sea un escenario tan bonito como la France, la semana pasada saqué unos basses en la marjal de Gandia que a la espera de este domingo son lo último que he sacado del agua.

--upps acaba de irse la luz y el wifiyoooo-- ...esperando la conexió....




al final saqué 7 peces y para lo que se pescó no estuvo nada mal, a las 10am ya tenía este, enseguida otro similar, luego el parón, pero empezó a chispear y entonces empezaron a picar como locos; llegué a una charca y pan al primer lance uno, al segundo otro y casi no podía ni parar... pero era la hora de irse, eso sí con una sonrisa.








:: Por cierto una llamada desde aquí a Javi a ver si se anima y escribe una "petit" crónica de hace un par de semanas en Cortes ::

B7s a tots

Wednesday, November 24, 2010

Paseo otoñal por el embalse de Benagéber en buena compañía (Episodio I)

Después de la insistencia y la presión por parte de Jorge, he decidido hacer un compendio de mis diferentes salidas a ese gran embalse llamado Benagéber.

Han sido muchas las salidas realizadas por mí en los últimos días y por suerte con diferentes personas a mi lado. Mis primeras salidas al embalse fueron para preparar el último social del Valencia Bass Club.

La primera fue con Miguel, fuimos solo medio día ya que por la tarde tenia que cuidar a mi hija Aitana. Ese día al querer tocar diferentes zonas, hicimos una pesca rápida, que todo hay que decirlo, pero es un punto a mejorar en mi pesca, yo prefiero una pesca mas lenta. Miguel en su salsa, me enseño a pescar con crankbait y power fishing obteniendo dos grandes capturas. Al final nos falto tiempo, pero mas valía eso que quedarse en casa.



Mis siguientes dos salidas, fueron con mi cuñado Sergio, un futuro pescador de bass que poco a poco esta conociendo este mundo. Por cierto, recientemente adquirió su primera caña de bass.
El primer día fuimos dirección a la presa, no pudiendo coger muchos peces, pero los que salieron fueron de gran calidad. El más espectacular, una picada a un swimbait en una cobertura, era de las primeras veces que usaba un swimbait, y deciros que fue un autentico descubrimiento.



Los demás, haciendo power fisning como me había enseñado Miguel. Ese día mí cuñado no se pudo estrenar, una pena, aunque tuvo un par de picadas, que no pudo fructificar.














En la siguiente salida con mi cuñado, decidimos tocar otra zona y fuimos a la recula de la derecha. A Sergio, le había montado una cañita a texas con un cangrejito y antes del almuerzo, ya llevaba dos preciosos basses.












No se hizo esperar mi respuesta y lanzando mi ika a unas pequeñas piedras, patapam, una bass de 2.300 kg.



Seguidamente y tras varias horas sin picadas decidí hacer un poco de power fishing y después de varios intentos, lanzo mi crankbait, y en las primeras vueltas de manivela noto una parada, clavo y otro bass de 2.300kg, la lucha fue espectacular y me alegre mucho, ya que la pesca con crankbait no es mi fuerte.



Mi siguiente salida fue con ese gran pescador y persona, el señor Kike. Esta vez fui de coangler e intente adaptarme a la pesca de Kike, que como muchos sabréis es persona de grandes señuelos. Me sorprendió mucho ver que llevaba más de 8 cañas y solo una de ellas montada con un vinilo. Aun no había amanecido y ya estábamos dirección a la isla, pescando la punta y fallando mi primera picada del día. Nos pasamos a la pared de enfrente y nada más tirar mi nuevo Giant X Dog, patapam, mi primer bass. No tardo en salir el segundo clavado en mi paseante.



Acto seguido, vuelvo a tirar mi paseante y tras una larga parada, vemos saltar el paseante y un lucio de 2 Kiletes aprox. voló detrás del señuelo, saliendo completamente fuera del agua. Nos quedamos perplejos, una vez reaccionamos, ya que el lucio había fallado el ataque, Kike sin dudar un instante le lanzo el swimbait, que el lucio sin pensarlo dos veces atacó con gran saña. Fue una pena no clavarlo, porque fue una de las picadas de lucio más espectaculares que he visto.

Haciendo esa orilla, llegamos a la punta que sube a los cortados, donde lancé mi drop-shot, de repente noto picada y clavo - “Kike es bueno”-, tras unos segundos vemos aparecer una alargada sombra, consiguiendo subir al barco un pequeño lucio, no había conseguido cortar una línea de 6 libras, increíble.



No tardó Kike en mostrarme su eficacia con sus grandes señuelos sacando dos buenos basses, al que yo respondí con la misma técnica con otro bonito bass. (En mi cabeza andaba Miguel diciéndome "hay que buscar peces activos").














Después de machacar nuestros brazos, decidimos pescar un poquito más lento y no se hizo esperar la primera picada, un bass de 2.100 kg, mordía mi vinilo a la caída en unos árboles sumergidos.



Fue un día increíble en todos los aspectos, lo pase en grande, Kike es una persona que da mucho juego. Kike, un placer, a ver cuando repetimos.

La siguiente salida fue con una persona que no necesita presentación, "The Doctor". Hacía tiempo, aunque parezca mentira, ya que tenemos fama de echar mas horas en el agua que en casa, según los “Honorables”, que no realizábamos una salida juntos. Era una semana antes del gran día “el 6º social del VBC”, por lo que teníamos que ultimar nuestras estrategias.

Decidimos subir dirección Tartalona y siendo fieles a nuestro estilo, empezamos a trillar los fondos de Benagéber. Yo monté uno de esos señuelos en los que Jorge siempre me mira preguntándose, ¿con eso vas a pescar?, más tarde conoceríamos sus resultados. La mañana no fue muy fructífera, pero fue marcar las 12.00h y como si hubieran levantado la veda, los basses empezaron a comer y no tardamos en subir los primeros basses a la barca.


























Jorge empezó dubitativo pero ya avanzada la tarde, llegados a una punta, lanzó con su caña de drop shot y tras unos instantes consiguió su primera captura. Más tarde pescando con spinner, apareció de la nada una sombra y prendió de nuevo su señuelo.












Yo seguía trillando los fondos, consiguiendo algunas capturas más. De nuevo en una punta, volví a clavar un bonito bass a crankbait, poco a poco le iba cogiendo el tranquillo a la pesca con crankbait.













Había sido una jornada interesante tanto por la pesca, como por la compañía, y nos fuimos con gran sabor de boca. Nuestras estrategias estaban listas para el último gran evento.

Llegó el gran día “Ultimo concurso del VBC”... pero eso será en nuestro próximo episodio.

Tuesday, November 23, 2010

Comer puedo comer cualquier día de la semana, pero pescar, sólo puedo hacerlo hoy

Esta jornada de pesca está en la misma línea que la última que escribí cuando fuí con Paco a Benagéber, es decir, compartir una jornada de pesca con un pescador inédito en este blog. Este tipo de jornadas son de los más enriquecedoras tanto a nivel personal como a nivel de pescador, a pesar de los intentos de alguna persona por equipararlas con lo vulgarmente conocido como el oficio más antiguo del mundo.

En este caso el pescador invitado es Pardo, ese chaval que muchos empezamos conociendo como aquel que le compró el barco a JJ (que a su vez se lo compró a Leyton) y acabó compitiendo con él. Ese que el pasado año se estrenó en la competición del VBC, y este año, tras una remontada espectacular que incluyó dos primeros puestos en los sociales, se alzó junto con JJ en un merecido tercer puesto. Enhorabuena.

Sin duda alguna esta carta de presentación no será tan impresionante como la de aquel que ocultaba su torso tras un palometón de casi 20 kilos, y no lo digo por el pez, sino por el torso. Mariconadas aparte, para mí sería un placer compartir una jornada de pesca con Pardo, y así fue, siendo el escenario elegido, el embalse de Tous.

Recogí a Pardo en la BP de siempre de camino a Tous y un poco antes de las 8:00h ya estabamos en la rampa. Sin embargo, ya había allí tres remolques con sus respectivos vehículos. Entre ellos el que da su nombre a una de las mejores réculas de este embalse.

Pues eso, es un pis pas habiamos botado la barca, y calentitos tras tomar un café con leche con canela cortesía de Sr. Pardo nos dirigimos río Júcar arriba. Dejamos la récula del Alberic y llegamos hasta la récula en la orilla de enfrente de la arboleda. Antes de entrar en la récula ya veía en la lejanía a los champions.

Estaba en la récula pescando como más me gusta a mí, con ika, jig y drop-shot, pero ni picada. Mientras tanto Pardo manejaba con maestría un paseante. Lanza a una orilla y vemos lo que parecía un tímido ataque en superficie. Lanza a la otra orilla, pam pam pam, y patapam, yo no lo ví, pero Pardo me narraba como salió un bass por el costado del paseante sacando todo el cuerpo del agua para engullirlo. Tras él venían dos más. Tras pelear unos instantes, el pez se soltó al lado del barco. Pardo se quedó tocado unos segundos, pero volvió al tajo.

Salimos de esa récula para subir río arriba hasta la playa de árboles antes de los cañones con un molesto viento en contra. Ni olerlos. Cruzamos a la pequeña récula de enfrente. Y que si quieres.

Seguimos subiendo y nos metemos en la primera récula a la izquierda después de los cortados. Le dejo a Pardo el placer de inagurar el fondo de la ŕecula con su paseante, pim pam pim pam, patapam, ataque brutal en superficie y Pardo peleando con un tochete que daría 2.08kg en su báscula Rapala. Pardo ya visualizaba el patrón, alto y claro, así que mientras se deshacía de la tirita que cubría su última herida de guerra nos dirijimos a la próxima récula del propietario del vehículo de la rampa de botadura.



Antes de llegar, Pardo me convenció para ir a la siguiente récula, aunque a regañadientes tras malas experiencias con esta forma de actuar, dejamos la récula buena para más tarde. Esta segunda récula está rodeada por paredes verticales, y sólo al final podemos encontrar una zona emplayada. Así que cuando llegamos, dejé que Pardo me volviera a demostrar su maestría con el paseante, aunque según sus palabras no se podía comparar con el derroche de calidad que poseía su maestro JJ. La cuestión es que lanza el paseante al fondo de la récula donde no había ni un metro de agua, y tras pasear un par de metros, otro ataque en superficie. Tras pelear durante unos segundos, acerca el pez al barco y yo temeroso intento meter el pulgar en la boca del pez entre las poteras, dudo un segundo y el pez vuelve a arrancar hacia el fondo liberándose del paseante. Era como si ya lo hubiera visualizado, sabía que podía pasar y pasó, me quedé blanco, sin palabras. Sí, un fallo de novato. Menos mal que Pardo no se lo tomó a mal. De hecho, me dejó uno de sus paseantes para que lo pusiera en práctica.

Aquí llegó la clase magistral del día sobre manejo del paseante. Mi recogida era excesivamente rápida y no dejaba suficiente línea fuera para que el paseante pudiera oscilar. Así me lo hizo ver Pardo. "Debes dejar más línea fuera, y recoger muy poco a poco de forma que la oscilación se produzca casi en el mismo punto. La caña te irá pidiendo recoger línea". Aún así, seguía con mi mala costumbre de recoger demasiada línea. Debía concentrarme para hacerlo correctamente, pero entonces iba demasiado lento. Es cuestión de darle minutos. Entramos en la famosa récula y le advertí a Pardo que en ella sacariamos peces. Pardo lanza a escasos metros sobre una cobertura, mientras yo lanzaba justo a la otra parte. Por lo que me contó Pardo, un bass salió desde el fondo como una exhalación para atrapar el paseante y pelear con ganas. Éste peleó con ganas y efectivamente estaba más rollizo que el anterior.


Cuando saliamos de la récula, Pardo me dejá el honor de lanzar a un arbusto sumergido. Ya nos había advertido Pardo que no podiamos dejar que un bass repitiera su picada, sino que debiamos clavar como un resorte a la primera. Así que lanzo a la cobertura con mi jig de Jewel brown with purple con trailer Yamacraw a juego, y durante la caída noto un golpe seco, como si golpeara en una piedra. No me lo pensé, como diría Cisco, "pum, ostiazo". Sí, era un bass que salió de la cobertura para tirar por debajo de la barca, la lucha duraría unos segundos. Fue un bass que pesó 1.8kg. Bien, era mi primer pez del día, ya era hora.



Salimos de esa récula que nos había dado dos peces, y los que nos habriamos dejado. Viendo cual era el patrón, bajamos pasando por alguna de las réculas que habiamos tocado antes, pero sin picada. Había llegado la hora de comer, pero Pardo me aseguró que no comería, su razonamiento irrefutable fue el siguiente: "comer puedo comer cualquier día de la semana, pero pescar, sólo puedo hacerlo hoy". Ante tal argumento de peso, sólo podía abrir mi tupper de magras con tomate (como diría Javi) y dar buena cuenta de ellas. Veía como Pardo me miraba de reojo, como pensando "será capaz de comérselas todas", y algo así me comento, pocos segundos más tarde ya estaba rebañando el tupper ante la atónita mirada de Pardo. Lo que sí que hice, fue perdonar el postre por respecto a mi compañero de viaje.

Durante la sobremesa volvimos a pasar por la playa de árboles y tampoco. Así que le recomendé a Pardo, desconocedor de ese pantano, ir a la récula que hay pasando la arboleda rio arriba a mano derecha. No era el primero en tener esa misma idea, allí estaban los champions. En eso que hablando con ellos, Fran tiene una picada y parte. Cuestión de la tensión del momento. Tras comentar las jugadas de la jornada, los puenteamos dándoles cierto margen.

Llegamos a una de las réculas de la arboleda y en un árbol tumbado Pardo lanza el crankbait. En un primer momento pensé que había enganchado en el árbol, hasta él mismo lo creyó, pero no, algo había al otro lado que se lanzaba en una alocada carrera en paralelo a la orilla. Tras intentar domar a la bestia, lo acerca a la barca y en una arrancada hacia el fondo, el pez se libera de las poteras. Pardo vuelve a maldecir su suerte, por decirlo finamente. Posiblemente, el hecho de no poseer una caña de crankbait por dificultades técnicas había contribuido a perder ese pez.

Bordeamos la zona de la arboleda sin picada y fuimos volviendo. Llegamos a la pequeña récula que hay antes del zip-zag, y allí había pez seguro. Pardo vuelve a lanzar el paseante por encima de una ramitas que había al fondo de la récula y algo sale de la nada para picar y fallar. Pardo insiste y aquello vuelve a picar, pero esta vez para revolverse sobre el sitio y cortar la línea. Eso sí que era "por los aires, pero por los aires", el paseante por los aires. De todas, todas, no era el día de Pardo.

Seguimos bordeando esa orilla mientras se oscurecía, pero aún se podía pescar. Además los peces estaban activos. Monto un skitter grub de 5 pulgas en color "Brown Grape Bk Flk" con suficiente peso para que fuera arrastrando por el fondo con facilidad. Veo una cobertura y allí pongo el skitter grub, toc, toc, sí era una picada clara, pero fallo, aaaaggghhh. Pardo pone el paseante sobreesa cobertura y allí estaba, el mismo bass atacando en superficie. Lo clava, y Pardo me dice que lo lleva, pero algo pasaba, no estaba recogiendo línea, no recogía línea, el freno del carrete estaba suelto. Cuando Pardo quiso reaccionar, era demasiado tarde, se le había soltado. Era el cuarto pez del día y Pardo se tiraba de los pelos.

En esa misma orilla y durante los minutos antes del anochecer, Pardo clavaría y le cortarían dos lucios pescando a texas con cangrejo. Mientras estaba entretenido en una de aquellas, lanzo en una losa que sobresalía de un cortado y noto un toc claro. Esta vez no fallé, clavo y aquello empieza a tirar, pero no tiraba en exceso, era como si estuviera sacando una bass desnatado. El pez tenía una boca enorme y era largo, pero estaba escuálido, de hecho dió 1.8 kg, pero si hubiera sido de la subespecie benageberus, hubiera pesado por lo menos 3 kilos, que digo 3 kilos, 4 kg por lo menos. Y eso sin exagerar. Seguro que si J. Mateu (como dice Jaime) viera la foto, acertaba el peso a la primera. Como podéis observar, la fotografía es de estilo minimalista (3 Kbytes), pero por dificultades técnicas de nuestras cámaras, tuvimos que recurrir a una cámara de emergencia.

Seguimos intentando pescar, de hecho yo dije mi típica frase de "cuando quieras nos vamos", pero Pardo me había demostrado que era un tipo duro, un tío que no se amilana ante nada, ni placas de pus en la garganta, ni herida de guerra con dos puntos que no dejó de sangrar en todo el día, ni comer, comer para qué, ché tú, ni mear en todo el día. El objetivo era pescar hasta que nos abrazara la luna. Así que cuando ya no sabiamos si nuestros señuelos estaban en el agua o en tierra decidimos abandonar la acción de pesca.

Nos quedaban 15 minutos de travesía cuya mayor parte fue en la más absoluta nocturnidad. Menos mal que llevaba mi luz de minero como luz de tope homologada de la embarcación, aunque debía ser todo horizonte. Todo esto mientras indicaba a Pardo la ruta a seguir hacia la rampa de botadura, a la vez que lo cegaba como mi foco enfocándole a la cara sin querer. De repente, desde las tinieblas más profundas que reinaban por nuestro lado de estribor, algo así como un lucero del alba se acercaba a nosotros intersectando nuestra trayectoria. Efectivamente, sus lindas voces de la terreta los identificaron inequívocamente: "Esteu bojos o qué?". Y con este reencuentro a la luz de la luna daba por terminada nuestra jornada de pesca.

Como resumen de la jornada de pesca y como diría Álex, "Pardo es un tío de puta mare". Yo lo puedo confirmar, esa clase magistral de manejo de paseante lo corrobora y es de agradecer. Espero que yo haya podido enseñarle algo, y deseo que esta no sea nuestra última salida conjunta. Un abrazo.

Wednesday, November 10, 2010

PESCANDO EN LA BRETAÑA FRANCESA TRANQUILAMENTE

Cita: “Un pescador siempre reconoce a otro pescador, por muy lejos que éste se encuentre…”
(Michael Douglas en Wall Street 2)


PRÓLOGO: EL BASS Y EL REFLEJO PAULOVIANO

Cita: “El rattle se les está metiendo en la genética al bass (J. Mateu)”

Fue el científico Ivan Pavlov el que demostró hasta qué punto se puede condicionar un estímulo con la incitación a un comportamiento, como bien puede ser el ruido de una campana o un cascabel con la activación a comer. Pues bien, está claro que cuando en los 80 el bass se sacaba fácilmente con una cucharilla giratoria truchera o incluso con la cucharilla de lana roja hoy día las tendencias pasan por el drop-shot a lo finese con cut-tail y cosicas que como diría un “chanante” son de “mírame y no me toques”. Que el bass ha aprendido qué es lo que se come y qué es lo que ya no se come es un hecho “en términos globales”, pues en términos locales siempre la meteorología o no se sabe qué hace que un día este tipo de pez entre a casi cualquier cosa. O todo lo contrario, según le dé en gana.

Más discutible es si este tipo de condicionamientos se heredan, como sostiene J. Mateu. Eso que el amigo Félix Rodríguez de la Fuente llamaba “memoria de especie” y que llevaba al hecho de que por ejemplo las cabras hispánicas eran capaces de alertarse ante la presencia de una víbora, a la que asumían venenosa, y a ignorar a una culebra, al considerarla inofensiva. Y digo discutible porque el hecho de que un carácter se modifique en vida y se disponga para ser transferido a la siguiente generación constituye el gran error que la ciencia atribuyó a la teoría de la evolución del mismísimo Charles Darwin. No, desgraciadamente los caracteres no se modifican en vida, aunque sí acertó con el entorno de criba que era la selección natural. La solución vendría con el concepto de mutación genética, que no aparecería hasta el siglo XX.

¿Es entonces una buena opción el usar crankbaits con sonajero? Una revista de pesca te aconsejaría algo como esto: “para los días en que los peces están activos es bueno emplear señuelos con sonajero; por el contrario, para los días en que los peces están difíciles, es mejor decantarse por señuelos silenciosos y realistas…”. Obvio consejo que suele indignar de lo lindo a mi compañero Javi, quien no tarda nunca en decir cosas como “para peces activos…¡no me jodas!”

Pues bien amigos,cual Hamlet, “con rattle o sin rattle…he ahí la cuestión”.

CAPITULÍN 1: “PESCANDO CON LOUIS XIV”

La Bretaña es, sin duda, la región de los castillos. Puedo imaginar a los Borbones de la época caminar por los jardines mientras se preguntan cómo andarán los peces del lago. En la Bretaña existen innumerables castillos que cuentan con superficies piscícolas de interés. Algunos son de carácter privado pero en otros uno se puede pasear y echar unos lances mientras contempla una maravilla de la arquitectónica medieval o renacentista. Preciosos jardines, fuentes y cisnes acompañan el discurrir del paseante. Particularmente he probado la pesca en dos de estos castillos. En el precioso castillo de Challain (arriba) y en el de Combourg.

En este último me entró un pequeño lucio a un pikie que me dio Cisco tras nuestra compra en Reims. ¿Te acuerdas, Cisco? Jorge dirá que este pikie "es muy de Cisco". En fin, que el bicho pescó. Y es que, “si un señuelo le gusta a Cisco, ese señuelo no se cuestiona, se acata”.


CAPITULÍN 2: LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE « SPINNER »

Cita (de Paco Revert intentando endosarme una de esas rapalas que nadie compra: “¡Llévate ésta…todas pescan!”

La escena tuvo su gracia. Un ribereño entrado ya en edad se interesó por la cucharilla esa con faldones (una spinner) que llevaba montada Javi. Éste, sin ningún tipo de prepotencia, quería explicarle al hombre que nosotros conseguíamos los señuelos por Internet:

- Nosotros es que compramos estos señuelos en EEUU.

A lo que el hombre contestó:
- ¡Pero si de estos aquí también hay!

Pues bueno. En Francia casi siempre suelo empezar con una spinner, aunque mi novia, algo escéptica, me haya soltado que “en este lago yo creo que no hay pulpitos”. Para aguas tomadas es un señuelo polivalente donde los haya, tanto por las especies a las que va dirigido como por la profundidad a la cual la puedes trabajar.

Me gusta, me gusta…

¡Toma percota!

Pues bien, la repera ya es ponerte uno de los “superseñuelos”, la spinner Ximo baits. Vete pensando en adquirir una…

Si es que ya lo dijo el gran Paco: “¡Todas pescan!”

CAPITULÍN 3: LOS PANTANOS DE LA BRETAÑA: VERZINS, GUERLEDAN Y LA CHEZE

Cita (de Cisco, sobre si era mejor pescar arriba o abajo de una presa):

“Es mejor abajo…hay más sedimentos”.

La verdad es que la región de Bretaña no cuenta con muchas montañas que propicien la creación de presas. Pero “son todas las que están”, y las que hay están bastante bien para la práctica del lance ligero. Las 3 cuentan con los tres predadores por excelencia europeos: lucio, luciopercas y perca fluvialitis.
La más bonita y abrupta es la de Guerledan, cerrada entre montañas y con una vegetación de helechos que parece que estés pescando en una selva tropical. Cuenta con una buena población de lucios. No es extraño ver a “pros” franceses entrenarse aquí los fines de semana.

Similar a esta última es el embalse de Verzins, donde muchos aficionados se dan cita casi a diario. La verdad es que las dos veces que lo he visitado he hecho porra. “No es oro todo lo que reluce”.
En La Cheze he cogido yo bastantes percotas europeas, y algún que otro luciete. Me gusta este embalse. Pequeño y coqueto se encuentra a tiro de piedra de Rennes, la ciudad por excelencia de las terracitas en la calle.

Por cierto, la primera vez que vi a este animal me dije: “Ostias…¡una nutria!”.

Para luego rectificar y decirme “no,no…eso es una rata de agua; pero joder…¡qué rata!” Pues bueno, la verdad es que el animal en cuestión es un ragondin, y es bastante frecuente en las aguas francesas…como se dijera en su día de Pixi y Dixi:

“¡Mardito roedore!”

CAPITULÍN 4: PESCANDO EN EL RÍO VILAINE: DIFERENCIAS ENTRE “LO QUE HAY” Y “LO QUE SE HACE”

Cita (de Javi, según la rumorología popular): “Kevin Van Damm es capaz de tirarse 6 horas sin picada y no perder la concentración”

Cuando uno llega al río Vilaine se asombra por lo caudaloso que es. Un río grande, profundo, navegable, poderoso, turbulento,… y rápidamente se le hace a uno la boca agua. Se trata de un río como el Ebro nuestro en su curso bajo, y es famoso por ser el río donde se sacan siluros en la Bretaña así como por ostentar el récord de lucio de la región con 126 cm. Además cuenta con percas europeas, luciopercas y localmente en la zona de Rieux donde me dispuse a pescar, con Black-bass. Todo esto es “lo que hay”.

Ahora bien, tras tres o cuatro horas dando cañazos a izquierda y derecha, probando al principio con spinner, pasando con algún crankbait y luego con pikies…me comí una porra de órdago. Y claro, como que perdí la concentración. Y comencé a dar cañazos (en el sentido tenístico del término) sin ton ni son.
Es como cuando vuelves de la pesca y tu vecino te pregunta:
- ¿Qué has cogío?
- Náa- le contestas.

Pues bien, tal y como bien pudiera suceder en el también enorme Mequinenza. Ná. Eso es lo “que se hace” en este hermoso y caudaloso río…Para que conste la diferencia entre “lo que hay” y “lo que se hace”.

CAPITULÍN 5: “ NO, NO ES AMOR…ES UNA OBSESIÓN…” (de una canción de Bustamante, creo)

3 sitios 3. Solamente, donde uno puede toparse con algún Black-bass en una región tan vasta como la Bretaña. Y son, el estanque de Rodoir, en la Vilaine a su paso por Rieux y en las marismas de Glenac. La impresión que uno se lleva de estas últimas, con sus nenúfares y troncos de árboles sumergidos, es brutal; "Me voy a hinchar" se suele decir uno nada más verlo.

Al principio no le di importancia. En definitiva coger un bass más o menos es una cosa que no me quita el sueño. Pero el caso es que, tras visitar los tres sitios y comerme tres soberanas porras, el coger un Black-bass en la Bretaña se tornó para mí en una obsesión. Cualquier chapoteo en el agua creía que era un bass que boqueaba, creía verlos en cada récula, los presentía,…”estáis ahí” …me decía. Pero día tras día…porra ¿Habré perdido facultades? ¿No me acordaré ya de qué va esto? ¿Me habré convertido en un basto cucharillero de lucios? (algunos pensarán que nunca dejé de serlo) .

Pensé que de tan dificultoso que me estaba siendo coger mi primer bass lo imaginé enorme, pues no en vano tanto tanto esfuerzo no podía traer como consecuencia un pez pequeño. Y a sabiendas que en Francia se pescó el Black-bass más grande de Europa me imaginaba aquello que Jorge recordaba como “El récord de Cisco por los aires…” Y mi nerviosismo aumentaba. Pero de repente, un temor me sobrevino: “que cuando tuviera mi primera y única picada…fallaría el pez”. Y mientras sudaba y sudaba…

CAPITULÍN 6: “ESTÁN CLARICOS”

En Rieux los pescadores me decían que allí había pocos black-basses, que era mejor ir a Glenac. En Glenac, por el contrario, me decían que era más probable cogerlos en Rieux. Una cosa deduje tras haber dedicado en vano 7 (quizá fueran 8) jornadas de pesca intentando coger mi primer bass bretón. Lejos de pensar que aquellos pescadores locales no querían que pescara en sus respectivas aguas, pues en definitiva eran pescadores de ciprínidos y/o percas, lo que deduje es que en la Bretaña francesa el Black-bass escasea. Y como yo no puedo colgar mi foto con ningún bass, aquí os dejo con el tochete del colega que aparece en la revista regional de pesca que te dan anualmente al sacarte la licencia, cogido,y eso puedo constatarlo, en Glenac.


La verdad es que basses, en mi modesta opinión, he podido comprobar que hay poquitos. O como suele decir mi padre:

“Están claricos”



(Continuará...)

Firmado: Jaime F.
De la Real Academia de los Peces



Monday, November 01, 2010

Por los aires, pero por los aires

Buscando compañero para la salida de pesca del sábado a Benagéber y viendo que no había ningún pescador de agua dulce que me quisiera acompañar por motivos maritales principalmente, tuve que recurrir a un pescador de agua salada en proceso de ósmosis. He aquí su carta de presentación:



Como os podéis imaginar, después de sacar un bicho como ese, uno debe ser totalmente insensible a las picadas de un minúsculo bass. Esto es lo que explica su discreta actuación este año en la liga social del VBC, pero esperemos que el año que viene, cuando el proceso de osmosis esté más avanzado pueda presentar algún cupo, y yo también espero presentarlo. Mucha suerte.

Bromas aparte, y volviendo al tema. Pues allí estabamos dirigiéndonos hacia la fuente de "La Pardala". Yo llevaba el ika de siempre recién llegado de los EEUU y Paco (sí, el pescador de agua salada) un crankbait o una spinner.

Sólo me había dado tiempo a que un lucio de 3 ó 4 kilos me arrancara el ika cuando lo recogía mirando al tendido. De repente nos vimos rodeados por socios del VBC que iban a entrenar. Agobiados y sintiéndonos como la mezcla de un sandwich nos cruzamos de orilla.

Pescamos una zona somera con crankbait, swimbait y también con vinilo, pero no tuvimos picada. Y eso que tenía buena pinta la zona. En eso que llevabamos montados unos jigs de Jewel cuando de repente las picadas en las coberturas se sucedieron en un tramo de 100 metros de orilla.

Sin embargo, ni Paco ni yo conseguiamos clavar los peces, y eso que Paco aplicaba una técnica ninja de concentración por la cual flexionaba las rodillas, se agazapaba para que el bass no le viera, y lanzaba con una precisión que ya la quisiera el mismísimo Kevin VanDam. En un momento dado, me puse serio, cambié al ika y al notar una picada, clavé y no fallé. Era un bass de kilo y pico. Bueno algo es algo, todo sea empezar.



Así seguimos por esa orilla sin ningún resultado probado con ika en las coberturas, con crankbait, a drop-shot, pero ni rayos. En eso que llegamos a la misma récula donde había sacado la semana pasada un bass de 2.25kg. Ni picada, sin embargo cuando saliamos de ella, Paco astuto y siguiendo su instinto de pescador, hace un lance certero sobre la punta con un paseante. Pam, pam, pam, pam, se iba paseando, cuando un diablo verde rompe la superficie del agua para hacer presa del paseante. En un primer momento, Paco gritó: "Palometón a las 3", pero no, era un buen bass haciendo el pino en un palmo de agua y resistiéndose a ser vencido. Tuve que hacérselo ver a Paco.

Mientras tanto la única frase que me venía una y otra vez a mi cabeza era aquella pronunciada el pasado jueves por un pequeño gran pescador de bass: "Por los aires, por los aires, la pieza mayor de Cisco por los aires, pero de lejos, de lejos".

La pelea fue intensa, una nimiedad para Paco que había sido forjado el día anterior en la batalla con un palometón de más de 20 kilos. Así que mientras me comentaba la jugada de la picada, daba vueltas a la manivela. Un crack. Finalmente subió el pez al barco que dió un peso de 2.25kg. Yo juraría que la pieza mayor de Cisco estaba por lo aires, pero sólo era un sueño compartido.



La felicidad de Paco era completa, hacía tiempo que no sacaba un pez de ese tamaño. Sin embargo, fijaos la solemnidad con la que sostiene el pez, tiene madera de profesional, sin llegar a los niveles del saliente "molt honorable", obviamente.

Seguimos por esa orilla para encontrarnos con Javivi para comer juntos, después de que hubiera pasado una mañana en la soledad. Durante la comida comentamos los "highlights" de la jornada, que habían sido pocos. Allí estuvimos después de comer pescando crappies a 8-10 metros a drop-shot sobre una punta, sí, picaban poco, pero Javivi sacó uno.

Cambiamos de orilla para volver,y yo volví a insistir con pescar en las coberturas de la orilla, pero allí no quedaba ni uno de la anterior semana. Era una obsesión. En eso que Paco haciendo power-fishing con su spinner a medias aguas, y eso que no había atendido ningún seminario experto sobre el tema, sale un lucio desde el fondo e intercepta la spinner en su recorrido. Por fortuna, el lucio iba bien clavado y se puso a pelear como una bestia. Fueron numerosas las arrancadas hacia el fondo y los coletazos en superficie. Paco, que se autodefine como un amante de esta especie, volvió a gozar, y otra vez lo hizo comentando la jugada y mirando al tendido. Fue un lucio precioso que dió 5 kilos. Enhorabuena, Paco.



Volviendo al embarcadero, Paco tuvo otra picada a la spinner, que no fructiferó en una captura y un bass cerca de los 2 kilos se soltó al lado de la barca. Una lástima.

En la rampa nos encontramos todos y cada uno contó a quien quiso, lo que quiso. Tonterías aparte, disfruté de la jornada de pesca en compañía de Paco, y eso que tuve que disimular las decenas de picadas que tuve y marcar los way-points con el dedo meñique del pie cuando Paco no miraba. Los usaré para el concurso del próximo domingo. Me alegro por Paco, ya que todo es empezar, y estos dos peces son un primer paso.

PD: Desde estas líneas agradecer al tío Berni el préstamos de sus baterías sin las cuales esta jornada de pesca no hubiera sido lo mismo.