Tuesday, July 07, 2009

Las dos caras de Cortes

Llevabamos un tiempo planeando esta salida y por fin había llegado el momento. Salí hacia Cortes el viernes a las 16:30, llegando allí a las 17:30 con un calor asfixiante y ya dos barcos dentro, el de Vicent y otro.

Vicent me echó una mano a botar la barca y enseguida hicimos marcha. Fuimos directos a la zona de la presa, empecé pescando con ika, pero los peces parecía que seguían pegados al fondo. Tras dar unas vueltas por la zona de la presa sin sacar ninguno de talla, me fuí al principio de la zona del rio en el margen derecho.

En ese momento ya había montado una kut-tail a texas para pescar fino, como tanto le gusta al molt honorable (Mascarell) y al valencia bass club (Leyton). Poco después saqué el primero de talla justo, pero cuando llegué al rinconcillo antes del cortado, pam, picada allá abajo, clavo y como diría Jaime, a disfrutar el pez. Pesaba 1.6kg aproximadamente, bien, los peces empezaban a despertarse de la siesta. Como estaba pescando solo, pues no me hice ninguna foto.

Luego subí rio arriba un poco, pescando con crankbait, pero no conseguía sacar más que raspas. Así que subí hasta que veía la isla y monté un paseante, bueno un sammy. Iba tan feliz mi paseante por ahí paseándose torpemente, cuando en un lance hacía atrás, veo que viene uno detrás. En un principio no le puse mucho interés porque no lo ví bien y pensaba que era una raspa, pero en eso que paro el sammy, y patapam, ¡ostias! ya me parecía más grande, se meté para abajo, empieza a tirar y yo no hacía más que acompañarlo, disfrutándolo, sin llegar a agotarlo, pero éste parecía que tenía resistencia, y tras una arrancada venía otra y no conseguía verlo. Al final cuando consigo verlo, ya me entra la congoja, este pez era de los buenos. Un minuto más tarde ya lo tenía en mis manos, era de los buenos, buenos, pesó 2.5kg y con una boca enorme. Pero como ya he dicho, estaba solo, así que hice unas cuantas malas fotos (ver muestra) viendo que no venía nadie y no queriendo aguantar más al pez, lo liberé.

Como suele pasar, no habían pasado ni 10 minutos cuando en la lejanía oigo el barco de Vicent, pero sin tiempo para reaccionar, otro tocho que pesaría más de 2 kilos ataca al paseante, pero tras la primera arrancada, da un salto y se suelta. Vaya coincidencia, ahora que podría haberme hecho una buena foto, tampoco podía ser.

Mis compañeros llevaban 4 peces de talla, todos sacados por el crack de Cisco, con un tocho de 2 kilos. Los peces estaban dando la cara, se nota que era viernes y el embalse estaba en calma. Luego Vicent sacaría el de la honrilla.

Sigo con mi paseante y casi de noche me voy a la zona de la presa, debajo de la cementera. Ya no veía donde iba el señuelo, cuando lo lanzaba lo perdía de vista, pero había que aprovechar estos momentos últimos del día. A los pocos segundos, pam uno de kilo, lo suelto y un minuto más tarde, patapam, otro de kilo y medio. Estaba disfrutando, pero ya no quedaba luz y me vino justo para volver al campamento base establecido en la isla para dormir, mientras distinguía como podía el agua (brillo) de las orillas (mate).

La cena tuvo como invitada una luna casi llena, mientras entre batallitas ibamos deglutando los manjares que Cisco nos había traído. Tras unas partidas cartas que me dejé ganar, nos fuimos al catre, o mejor dicho al barco. Lo tenía todo planeado, mi barca paso de modo pescar a modo dormir en cuestión de segundos, mientras Cisco y Vicent se acurrucaban en la popa del barco entre gruñiditos y comentarios subidos de tono. Yo me tapé con una manta y después pegar unas cuantas vueltas hasta encontrar la posición me dormí hasta las 4, y luego me redormí hasta las 5:40 cuando empezaba a verse. A las 6 ya habiamos desayunado y salía en busca de mi co-angler, Crespo, que estaba ya esperándome en la orilla, como doncella esperando a su caballero.

Lo recogí y nos fuimos al Ral a pescar en superficie, pero si quieres, yo creo que no tuvimos ni picada, o al menos no eran de talla. En eso que llegó por allí Alex que dicen las malas lenguas que había estaba por Cortes entre semana, incluso pasando la noche, como terapia de choque tras su periodo de exámenes.

Así que viendo el panorama, nos fuimos a la zona del río, cerca de la isla, en su margen derecho, donde aún daba la sombra. Tras batir orilla con crankbait un rato, llega un momento en que en uno de esos lances, en el momento que el señuelo toca el agua y doy la primera vuelta a la manivela, veo que lo había depositado cerca de una sombra negra que se revuelve al ver pasar el señuelo, pam, picada y clavo institivamente, en un primer momento, por su largaría y brillo, creo que es un lucio, pero seguidamente Crespo me hace ver que es un bass. En ese momento, el bass sale disparado hacia el medio del embalse y profundiza todo lo que puede. En ese momento, mi cabeza empieza a fantasear alimentando por la largaria del pez en el momento de la picada, yo ya pensaba que sería mi récord personal, un 3000, un 3000, pero no, el pez era muy bueno, pero no tanto. Tras pelear un rato, subo el bass a la barca. Era un buen bass de 2.3kg y la cara de Crespo me lo confirmaba.

Después de este pez, pasamos a la orilla de enfrente, pero sólo sacamos alguna raspa pescando con crankbait, ika y a texas. Poco más tarde pasó un barco cuyos tripulantes vociferaron a la vez "doctooooooor", no podían ser otros que el molt honorable y el VBC que subían río arriba a toda velocidad. Nosotros nos cansamos de no pescar y nos fuimos a la zona de la presa, allí estuvimos pescando a texas e ika despacito hasta que nos cansamos, pero nada de nada.

En un momento dado coincidimos con Cisco y Vicent que "mojaban el sapo" como nosotros con idéntico resultado. El calor era asficixiante y la pesca nula. Subimos hacia el Ral con una parada en busca del banco de luciopercas que tenemos controlado en la récula de la cementera, pero ya no estaban allí.

Por último, pescamos una récula del Ral sacando alguna raspa, pero nada a destacar. Eran las 13:00, hora de irse, pues me estaban esperando para comer. Sacamos la barca mientras entablabamos una agradable tertulia con los recién llegados miembros del VBC, lo siento, pero no recuerdo sus nombres. También estaba por allí Roberto con su compañero disfrutando del soleado día y de la pesca tanto como nosotros.

En conclusión, tengo que decir que no sé si se me apareció la virgen de Cortes, pero saqué dos peces muy buenos, por encima de 2kg, tras romper el maleficio que me perseguía, además de otros peces de talla.

Sin lugar a dudas, Cortes es un embalse totalmente diferente entre semana y en fin de semana. Creo que los concursos que están por venir del VBC van a ser muy duros, se juntará el calor asfixiante con unos peces muy presionados y resabiados. Os iremos informando cuando llegue el momento.