Pues ya estamos aquí de nuevo, esta vez tocaba ir a Tous, aunque si lo hubiera pensado dos veces me hubiera ido a Escalona, pero no empecemos ya quejándonos.
Los antecedentes de esta salida no eran los más propicios, el gran maestro se había comido una porra como una olla, y Tous nos lo ibamos a encontrar en las mismas condiciones. Se podría tildar de atrevimiento, de intentar desafiar a nuestro sino, pero Javi y yo después de un Caspe sinceramente no entendemos de eso.

Quedé con Javi a las 7am en mi casa en Valencia, y de ahí salimos para el torreón donde al grito de "bajen el puente levadizo" sacamos la barca y nos fuimos para Tous. Lo que nos encontramos al llegar a Tous era sorprendente, un tío con una Nitro o similar que se alejaba y cuatro remolques ya aparcados, ¿qué la gente no trabaja? Pues nada, después de la maniobra de echar la barca, nos adentramos para la zona del estrecho donde está el poste de la luz. En el camino Javi iba montando sus cañas y acto seguido se puso los guantes que le había regalado su novia. Silvia, puedo dar fe que casi no se los quitó en todo el día, ¡qué bonito es el amor! :-P

Bueno, volviendo al tema que ya me voy por las ramas. Javi había ya montado su mogambo y su crankbait para lucio, y yo monté el eterno pikie en color alburno. Nos disponiamos a pescar el lucio. Tengo que decir que a mi me llena más pescar el bass, pero bueno, "no solo de bass vive el pescador deportivo".
Pescamos la zona del cañón, sin picada, subimos hacia el río por la zona de la izquierda, pescando puntas y árboles, bueno, esta vez puntas y cortados, y nada de nada. No podía ser de otra manera. Seguimos subiendo hacia el río con un viento molesto de cara que nos impedía avanzar a un ritmo adecuado. Pasamos la zona de la arboleda y llegamos a la zona donde se vuelve a encañonar Tous.
Ahí estabamos, eran las 12:30 y sin picada, pero esta zona prometía. Lanzo el pikie todo lo lejos que puedo y así batir la mayor cantidad de agua, y mientras está cayendo, es decir, a la caída", noto una picada y clavo instintivamente. Tenso el hilo y sí, a la otra parte había un lucio, pero era pequeñete. Tiraba con ganas, así que lo disfruté un poco como diría Jaime, y le pasé la caña a Javi para subirlo a la barca. El lucio no se rendía y puso a prueba los reflejos de Javi para sacarlo de debajo de la barca. Hicimos las respectivas fotos, lo pesamos, pesaba 2.3kg y lo soltamos. Habiamos superado al gran maestro, en ese momento me apoyé en el hombro de Javi y le susurré: "Él estaría orgulloso de nosotros", a lo que Javi asintió con una caída de ojos.

Al poco tuvimos que cambiar de batería, y eso era indicador claro de que teniamos que volver, o como decimos nosotros, ir bajando. Ignorantemente, no hicimos caso al sabio consejo del sentido común y subimos un poco más, pero no tuvimos más picadas. Comimos como señores tomando el sol, y ahora sí que bajamos.
En ese momento decidimos pescar el bass, así que buscamos una zona con árboles caídos y sumergidos entre 6-8 metros, montamos nuestros mejores jigs de Jewel y nuestros mejores trailers de yamamoto:
- Jewel jig de 3/8oz en marrón con púrpura flash y fat baby craw a juego (cinnamon with purple flakes)
- Jewel jig de 5/8oz en negro con azul flash y fat baby craw ajuego (smoke with blue flakes)
Hicimos flipping en la zona de la arboleda hasta que nos cansamos y lo que el viento nos dejó, y viendo que la única batería que nos quedaba flojeaba, recogimos bártulos y fuimos volviendo.
La vuelta fue lenta y tensa, estabamos casi sin batería, y tuvimos que cambiar en numerosas ocasiones de batería para llegar a paso de tortuga, pero nada comparable con
la ya mítica anécdota de Javi y Jaime cuando les abrazó la luna en Tous.
Un abrazo a todos.